Los hombres de paja de Florentino

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, tiene una junta directiva compuesta por 16 miembros, tres vicepresidentes, un secretario y doce vocales. Hombres todos de confianza, unos amigos personales y otros profesionales, que decidieron acompañarle a sabiendas de que iban a ser unos ‘mandaos’ y que destacan principalmente por su disciplina obediente que nunca cuestionan las decisiones unilaterales que toma el gran jefe. La máxima es que Florentino decide y luego lo presenta a sus directivos para que voten, pero en realidad no tienen voz ni voto. Conforman un equipo de buena gente que rinde pleitesía al presidente, al que orientan cuando pide su opinión, pero sin la suficiente influencia como para que cambie de idea. Solo el vicepresidente 1º Fernando Fernández Tapia goza de respeto pleno de Florentino, pero el empresario naval y directivo de varias multinacionales, vive su vida y sus negocios sin implicarse en el día a día del club ni de su problemática. Apoya la maquinaria en la que va montado, pero se deja llevar sin más preocupación.

Eduardo Fernández de Blas, vicepresidente 2º, es un madridista de largo recorrido que se ganó el respeto del presidente por su amplio currículo en el que despuntó como presidente fundador de la ‘Asociación Ética Madridista’.  De Blas es socio y fundador del despacho de abogados que lleva su nombre y que profesionalmente es de los pocos independientes de la actual junta directiva. Es un excelente y leal acompañante al poder establecido. El vicepresidente 3º es Pedro López Jiménez, prototipo de hombre del presidente que pisa por donde le ordene. Entre los vocales figura el hermano de Florentino Pérez, Enrique, pese a que asegurara cuando llegó en el 2000 que instauraría un código de ética a seguir, pero le incluyó en su equipo en su segunda etapa. 

Los 11 vocales restantes se dividen entre amigos personales y profesionales a los que conoce desde su posición de empresario. Nicolás Martín-Sanz García, propietario de varios concesionarios de coches, es quizá el mejor amigo que ha tenido en la directiva. Hasta el fallecimiento de la mujer de Florentino, ambos matrimonios eran muy amigos. También son amigos personales Manuel Cerezo Velázquez, que dirige junto al hermano de Florentino una empresa de excavaciones y transporte con sede en San Sebastián; Ángel Luis Heras Aguado, otro empresario del mundo de la construcción, y Luis Gómez Montejano, con empresa propia especializada en la construcción de obras civiles y movimientos de tierra. Montejano fue el delfín de Florentino contra Fernando Martín, al que dejó como presidente interino cuando dimitió en 2006 pero que no cumplió con las directrices marcadas y la directiva le obligó a dimitir meses después para ser relevado por Montejano.

Enrique Sánchez, secretario de la Junta, fue diputado de UCD en los ochenta y también es uno de los allegados al presidente. Por último, José Manuel Otero Lastres es otro de los abogados de la junta directiva del Madrid propietario de otro prestigioso bufete en la capital especializado en derecho privado y mercantil, al que le gusta picotear aquí y allá.

Estos son los directivos de Florentino Pérez, todos satisfechos de ocupar el cargo de confianza que tienen, pero en el que su principal cometido es figurar y desfilar en las ruedas de prensa detrás del gran jefe. Son hombres todos socialmente bien posicionados, que se conforman con ser puros figurantes.