Las lesiones empiezan a coartar a Ancelotti

El Real Madrid ha arrancado la temporada con fuerza. Físicamente han aparecido como toros tumbado a cuantos rivales se han puesto enfrente, siete partidos siete victorias, pero eso conlleva un desgaste físico como lo demuestra que son las segundas partes donde pasan por encima de sus rivales: 14 de los 20 goles que llevan marcados. Físicamente a tope para ganar la Supercopa, liderar la Liga y debutar con éxito en la Champions

Un ritmo alto desde el principio que empieza a pasar factura a algunos jugadores, sobre todo a los fijos de Ancelotti como son Benzema y Militao. El francés lo había jugado todo hasta que se lesionó a los 30 minutos de su sexto partido de manera consecutiva. Su ausencia es un roto para el ataque, aunque la irrupción de Rodrygo ha paliado ese posible déficit que dejaba la ausencia del francés. El delantero brasileño también fue víctima de problemas musculares en agosto, en los que estuvo dos semanas de baja.

CUBIERTOS EN DEFENSA, CORTOS EN ATAQUE

Militao es otro de los fijos que está lesionado, aunque Ancelotti tiene la defensa mejor cubierta con la llegada de Rudiger y la presencia de Nacho. El canterano es otro de los que ha tenido problemas musculares en este inicio de temporada con 10 días de baja. Afortunadamente para su equipo, Nacho se recuperó cuando Militao se lesionó, por lo que la posición está bien cubierta. Ahora el que se ha lesionado es Lucas Vázquez a la espera de conocer el alcance del percance, que deja sin relevo directo a Carvajal.

La lesión de Lucas se une a la baja del otro lateral derecho, Odriozola, que lleva lesionado desde el 18 de agosto. No es que sea un drama porque el italiano tiene relevos polivalentes en defensa, pero empiezan a aparecer demasiados problemas en una plantilla de 21 jugadores de campo con ciertas limitaciones sobre todo en ataque. La ausencia de Benzema no se notó ante el Mallorca, aunque Hazard hiciera una labor discreta, pero es un futbolista clave en el mecanismo ofensivo. Ancelotti sabe que va a ser difícil gestionar a jugadores importantes y más con un Mundial que se llevará a la mayoría de ellos.