El Real Madrid salva un empate en Pamplona con Bellingham expulsado y otro penalti de VAR en contra

Si el madridismo quiere armar conspiraciones, tiene argumentos para hacerlo. Una roja en la primera mitad y un penalti señalado por el VAR alimentarán esa teoría victimista que alientan desde el club señalando a los árbitros. Antes del comunicado contra el cuerpo arbitral al Real Madrid le habían señalado 10 penaltis a favor, cero en contra y le habían expulsado dos jugadores suyos, por tres del rival. Desde que hizo público el comunicado suma cero penaltis a favor y dos en contra, mientras que ha visto cómo expulsaban a Bellingham por ningún rival. Son datos, del relato ya se hace cargo Real Madrid Televisión. Dicho esto, habrá que esperar al acta para saber qué le dijo Bellingham al colegiado, y el penalti fue indiscutible. Uno de esos penaltis del neofútbol como el que le pitaron en el derbi ante el Atlético, pero penalti en este fútbol del VAR. Plancha y pisotón de Camavinga, más por inercia que por intencionalidad.

Gol de Kylian

Quince minutos tardó el Real Madrid en confirmar que se había tomado en serio el partido de El Sadar. De tanto avisar, los blancos han terminado por asumir que a Pamplona o van conectados o pueden salir trasquilados. Perdonó Vinicius, que anda con la cabeza en otras cosas, pero cuando Valverde clavó un centro raso en el primer palo, allí apareció Mbappé para batir a Sergio Herrera. Por algo son dos de los fijos de Ancelotti junto a Courtois y Rudiger. El francés ya advirtió que el periodo de adaptación se había terminado y lo confirmó con otro gol. 

El duelo era de puñaladas en las dos áreas. Y todo pasaba por el mismo lado. Por los locales. Bryan Zaragoza castigaba al carril de Valverde. Por los visitantes, Mbappé caía al lado derecho para generar llegadas. Pudo abrir más brecha Vinicius, tras jugada de Kylian, pero no tenía su tarde el brasileño de cara a puerta. Aunque para compensar Courtois sacó una mano abajo cuando la grada local ya cantaba el gol. El encuentro, vertiginoso de inicio, comenzaba a caer en el barro. El ruido comenzaba a ganar protagonismo. 

Roja a Bellingham y penalti de VAR

Y entonces ocurrió algo decisivo para el curso del partido. Una jugada en el minuto 39 en la que aparentemente no ocurrió nada terminó con Munuera Montero sacando la roja a Jude Bellingham ante la sorpresa madridista. El colegiado y el jugador mantuvieron un diálogo que acabó en la expulsión del madridista, supuestamente por un menosprecio o por un insulto, lo que invita a pensar que fue por esa razón, a la espera del acta. El Madrid se quedó en shock tras la expulsión del inglés, que llevaba varias semanas siendo más picajoso de lo habitual con árbitros y rivales. Al descanso los de Ancelotti llegaban arriba en el marcador por la mínima. 

Si el ambiente estaba tenso, mucho más se calentó en el minuto 56 después tras un remate de Juan Cruz desviado por Camavinga, el francés pisó al rematador con la inercia de la jugada. Un pisotón como el de Tchouameni a Samu Lino en el último derbi, con la pelota fuera de la jugada. Budimir anotaba el empate de penalti y Osasuna se venía arriba con el gol metiendo más madera en el campo. Tocaba sufrir a los de Ancelotti, que se tomaba la decisión a sorna en el banquillo.

El dilema era si le valía un punto, que no le aseguraba el liderato, o si debía lanzarse a buscar los tres puntos pese a tener un jugador menos. Carletto puso en el campo a Rodrygo por Brahim, apostando por guarecerse atrás para salir a la contra en el momento en que tuviese la ocasión. Los dos equipos fueron valientes, unos por arriesgar marchándose arriba poniendo la línea defensiva en la medular asfixiando a los blancos, mientras los visitantes buscaban volver a adelantarse. Dispusieron de ocasiones Mbappé y Vinicius, pero les faltó claridad para concretar la jugada. Y pese a jugarse la recta final del encuentro en el campo local, los blancos se dejaron dos puntos en El Sadar. Y esta vez no fue por falta de actitud...