Jovic paga sus pecados

Luka Jovic no lo está teniendo fácil en el Real Madrid. No ha sabido adaptarse a la realidad de fichar por un club exigente dentro y fuera del campo. Deportivamente no ha respondido a las expectativas del club, que fichó a un goleador por 60 millones de euros que no marca goles porque no se ha adaptado al estilo del equipo. Ha tenido más protagonismo por sus extravagantes actos fuera de los terrenos de juego que por sus dianas. No ha asumido que ser jugador del Real Madrid le exige un comportamiento ejemplar y una dedicación plena a su profesión. 

Borja Mayoral hizo verbo lo que ya se sabía en su presentación con la Roma: "Zidane me quería y el club quiso sacar a Jovic". Al técnico francés le gusta más el estilo del canterano, más cercano al de Benzema, que el del serbio. Son dos nueves muy diferentes: Jovic es un delantero centro fijo y con pegada, mientras que Mayoral participa más en el juego. A esto se añade que extradeportivamente Mayoral lleva el sello de ‘La Fábrica’, disciplina y compromiso, y Jovic, el suyo propio.  

NO ENCAJA EN EL ESTILO DE ZIDANE

El serbio no acaba de asumir dónde está, algo similar a Hazard pero sin su talento. El belga descuidó su físico y el serbio sus formas. Zidane lo descartó y el jugador buscó equipo sin éxito, mientras que por Mayoral aparecieron varias propuestas que llevaron al club a traspasarlo ante el inminente cierre de mercado. Pero en el fondo de todo es que ambos, Jovic y Mayoral, hubiesen seguido si Mariano no se hubiese enrocado en seguir cuando era el primer descarte de Zidane.  

Zidane y el club creen que Jovic tiene mucho margen de mejora con solo 22 años, pero no encaja en el estilo de juego de Zidane. De ahí que se planteasen su salida propiciada por su bajo rendimiento y la lamentable gestión que hizo de la pandemia. Se fue a su país y hasta su Gobierno le llamó al orden por celebrar su cumpleaños por las calles de Belgrado desafiando el confinamiento. Volvió con un pie lesionado por un accidente doméstico extraño que achacó a caer mal tras saltar un muro de su casa. Ya en Madrid fue protagonista de una barbacoa temeraria sin mascarilla y sin distancias social. Y añadió a este triste currículo una cuarentena forzada por invitar a un amigo que llegó a Barajas con un positivo en COVID-19. Y todo sin mejorar sus prestaciones deportivas.

El serbio, pese a todo, es consciente de su situación. Cazado a su llegada a Madrid por 'El Chiringuito', Jovic respondió con un ilustrativo "quizás" cuando el periodista le recordó las palabras de Mayoral. "Tenéis que preguntar al club, no a mí", añadió preguntado por su situación personal.