Isco y Hazard, tarde feliz de un viaje insoportable

Isco y Hazard volvieron de Elche con una sonrisa. Por fin el destino les reservó una tarde feliz en un viaje insoportable. Los dos viven una temporada de oficinistas, de casa a entrenar y vuelta para sentarse en el banquillo los días de partido. Isco no es titular desde el 28 de agosto y Hazard desde el encuentro de Copa ante el Alcoyano. Y jugó ese día porque Benzema descansó y Vinicius y Jovic tenían el coronavirus.

El Madrid salvó la eliminatoria cuando más difícil lo tenía. Hizo un partido perezoso que se puso cuesta arriba cuando Marcelo fue expulsado. El Elche aprovechó la falta del brasileño para ponerse por delante (1-0). Fue con 10 cuando los blancos despertaron para dar la vuelta al marcador en siete minutos con goles de Isco y Hazard, los desheredados de Ancelotti. El malagueño marcó el empate con un sutil toque a disparo de Ceballos que desvió el balón para entrar dócil. Y el belga dio el triunfo en una acción individual en un pase largo de Alaba para marcar a puerta vacía tras regatear a Werner.

LAS EXCUSAS DE ANCELOTTI

“Puede ser que ellos merecen jugar más, pero el pasado es pasado. Hay que mirar adelante”, decía Ancelotti poniendo cara de bueno. Pero la realidad es que no cuenta con ellos ni en la Copa, ese torneo que reserva a los secundarios más cercanos como Marcelo, Valverde, Camavinga, Nacho o Jovic. Y Lunin juega porque no tendría razón de ser que no lo hiciera. Su tercer partido de titular desde que fichó por el Real Madrid hace cuatro temporadas.

Isco volvió a salir en esa horquilla acostumbrada de los 10 últimos minutos de los partidos, y lo hizo de delantero centro, puesto donde le puso Ancelotti ante el Alcoyano. El malagueño ha sido titular dos partidos de 31 y desde el 28 de agosto que no sale en el once inicial. Hazard salió cuando se había acabado el partido, menos mal para él que hubo prórroga. El ataque fracasó en Elche, con un Jovic que agota su munición; un Rodrygo al alza pero sin malicia en la finalización y un Vinicius que recuperó los defectos de sus dos primeros años finalizando de pena y errando el último pase.