La gran noche de Vinicius

Se tocó el escudo, lo besó y dijo con un simple pero significativo gesto: 'Aquí estoy'. Aquí estoy o aquí me quedo, eso ya según la mirada del espectador. Necesitaba Vinicius una noche y un doblete como el de hoy: para gritar, para festejar, para reivindicarse. Necesitaba una noche grande con el Real Madrid. Y pocas noches más grandes que en la Champions, descafeinada sin aficionados pero con la cafeína que todavía dan las portadas del día siguiente.

Ahí se verá Vinicius, que con un doblete cogió el toro por los cuernos y dijo que sí, que todavía tiene mucho que decir en la casa blanca, por mucho que los interrogantes acerca de su rendimiento pesen como una losa. Al brasileño se le había repetido hasta la saciedad que debía ser mucho más certero en área rival, que no vale con solo desequilibrar y buscar la asistencia. Y así hizo para poner de cara la eliminatoria en la ida. Dos disparos... Dos goles.

Primero recibió de Kroos para batir en un remate cruzado a Alisson y abrir la lata. Luego se sirvió del pase al punto de penalti de Modric para disparar y ver lo que podía pasar. Esta era su noche, así que ese disparo también tenía que ir para dentro. Colaboraron el meta brasileño y Phillips, que salió en la foto también del primero, dejándose coger demasiado fácil la espalda.

Vinicius estuvo a la altura del partido y, al doblete, le sumó todo el desequilibrio que tanto hemos visto. Se escudó también, eso sí, en las enormes facilidades atrás que dieron los 'reds'. Alexander-Arnold dejó demasiado libre al brasileño, con demasiados espacios, y el habilidoso extremo lo hizo pagar. Con tanta libertad de movimientos y con la ventaja de controlar y encarar como quisiera, Vinicius demostró que tiene el peligro en la sangre.

"Me alegro por Vinicius. Necesitaba marcar. Está jugando bien, está ayudando al equipo y al final cuando uno mete gol le da más energía", aseguró Zidane tras el encuentro. No anotaba Vinicius un doblete desde el 2018, en un encuentro con el Castilla ante el Atleti B.