Gloria o ridículo histórico

El Real Madrid lo tiene todo a su favor para levantar su tercer Mundial de Clubes consecutivo después de que el Al Ain de los Emiratos Árabes protagonizara la gran sorpresa del torneo al eliminar a River Plate en las semifinales. Con el camino libre hacia el título y después de haber acallado momentáneamente las críticas con su clara victoria en las semifinales ante el Kashima Antlers japonés, el equipo madridista se presenta a la cita de esta tarde (17.30 horas) en el Estadio Zayed Sports City de Abu Dabi obligado a ganar si no quiere protagonizar un ridículo histórico.

El Al Ain, cuyo único mérito para estar presente en la competición es ser el representante del país anfitrión, es el rival soñado para cualquier equipo que se presenta en una final. Sin pedigrí, sin grandes jugadores y sin ninguna capacidad de intimidación, el Al Ain se presenta como la víctima propiciatoria. Un auténtico chollo para el Real Madrid, en términos coloquiales.

EL DILEMA

Sin nada de lo que temer, el equipo madridista afronta la final con recursos más que suficientes pese a haber perdido por lesión a Marco Asensio. El técnico madridista, Santiago Solari, tiene donde escoger a la hora de confeccionar su alineación. Todo indida que el hispano-argentino volverá a apostar por el mismo once de las semifinales, con la única duda de si mantendrá a Marcos Llorente como pivote o recuperará al brasileño Casemiro, que ya está completamente recuperado de la lesión que le ha mantenido de baja estas últimas semanas.

Solari volverá a encomendarse a los goles de Gareth Bale y a las paradas de Thibaut Courtois, los dos grandes protagonistas del encuentro de semifinales. El extremo galés se ha acostumbrado a aparecer en las grandes ocasiones, aunque luego se dedique a vivir de las rentas el resto de la temporada. Habrá que ver si considera que sus tres goles ante el Kashima Antlers son aportación suficiente para justificar su sueldo en las próximas semanas o vuelve a salir enchufado en busca repetir protagonismo.

EXAMEN

Solari afronta el partido sabiendo que detrás tiene la larga sombra del portugués José Mourinho. El técnico hispano-argentino no tiene otra salida que ganar el título y de forma convincente si no quiere que su continuidad en el banquillo blanco quede seriamente comprometida y a la espera de que Florentino Pérez se vuelva a echar en los brazos de Mourinho.

Enfrente tendrá una auténtica perita en dulce tratándose de una final internacional. El potencial del Al Ain está muy por debajo del madridista y todo lo que no sea una victoria clara supondrá un fracaso para el Real Madrid. El equipo emiratí, dirigido por el croata Zoran Mamic, tiene en su plantilla al tromamundos sueco Markus Berg, al extremo brasileño Caio Lucas, al  japonés Shiotani Tsukasa y al maliense Tongo Hamed.