Gil Manzano, acusado de fomentar la dureza contra el Madrid

En Valdebebas no están nada satisfechos con la actuación de un colegiado al que tienen tomada la matrícula desde hace tiempo

Los futbolistas del conjunto blanco creen que Gil Manzano tiene dos reglamentos: una contra ellos y otro para los rivales

Courtois, tras ganar al Granada: "Ellos a lo suyo y nosotros a lo nuestro hasta la semana que viene"

Courtois, tras ganar al Granada: "Ellos a lo suyo y nosotros a lo nuestro hasta la semana que viene" / @MovistarFutbol

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Durante el partido entre el Real Madrid y el Granada, ni el árbitro, Gil Manzano, ni el VAR protegieron al conjunto blanco de las entradas al límite de los jugadores del equipo andaluz. Marvin acabó lesionado y Hazard se libró, pero la patada que recibió le ‘borró’ del encuentro. En Valdebebas no están nada satisfechos con la actuación de un colegiado al que tienen tomada la matrícula desde hace tiempo.

Los futbolistas del Madrid creen que Gil Manzano tiene dos reglamentos: una contra ellos y otro para los rivales. Los tres penaltis que pitó al conjunto blanco en Valencia confirmaron que el blanco no es su color favorito. Ayer pasó por alto dos entradas al límite –la de Darwin Machís a Marvin que causó la lesión del canterano merengue y el pisotón involuntario de Quina a Hazard– y otras dos acciones muy peligrosas sobre Valderde y Casemiro.

Además, Manzano sacó tres amarillas al Madrid por nueve faltas y las mismas al Granada, que cometió seis faltas más y realizó cinco entradas peligrosas. En el Madrid no le quieren más; consideran que fomenta la agresividad en los rivales y su listón con los blancos es mucho más bajo. En la capital española también hay quejar por la actuación de Cordero Vega en el VAR, pues no intervino en ninguna de las acciones mencionadas.

“Está ahí el árbitro, pita él…. Pasan cosas en el campo y golpes y no lo vamos a cambiar, no soy árbitro”, se limitó a declarar Zidane, visiblemente molesto, en la rueda de prensa posterior al encuentro