Gareth Bale se queda solo

Garteh Bale no ilusiona. Más bien todo lo contrario: decepciona. Que el galés puede estar el sábado en la final de Cardiff parece que solo le interesa a su entrenador, un Zinedine Zidane empeñado en recuperar la BBC en su plenitud y que es capaz de poner a Bale con 'calzador' pese a su inactividad y su discretísima temporada y dejar fuera del once a un Isco que ha sido de lo más destacado del Real Madrid en los últimos tiempos.

Pero al margen de Zizou, ya muy pocos se creen a Bale y en el club la decepción es mayúscula. No es de extrañar, pues el galés, que renovó hace unos meses, ha jugado esta temporada menos partidos de los que ha estado en el dique seco, víctima de su fragilidad física. Además, cuando ha estado en el terreno de juego tampoco ha aportado nada en especial, aparte de mostrarse nervioso y contribuir al encendido debate de si merece la titularidad.

Sus minutos de juego se pagan a precio de oro y la directiva dice 'basta'. Bale se ha quedado solo, puede encontrarse el sábado, en la final de la Champions League, que ya ni Zidane crea en él, y si llega una oferta suculenta para las arcas del club, lo que parecía impensable hace unos meses, que vendan al galés, puede ser una realidad. El Manchester United intentará 'pescar' en río revuelto.