Un galáctico que no 'Bale' 100 'kilos'

Ancelotti se obsesionó con formar un tridente. Tenía a Cristiano y a Benzema pero necesitaba algo más. Por Inglaterra había un tal Bale que lo tenía todo. Potencia física, velocidad, disparo, gol, remate... Era el nuevo Cristiano en versión británica. Una auténtica bestia en los contragolpes. 

Su fichaje pasó a ser prioritario y se convirtió durante muchos años en el traspaso más caro de la historia del fútbol sobrepasando la barrera de los 100 millones de euros. En su primera temporada, el galés fue clave en la consecución de la Copa del Rey y la Décima del Real Madrid, con dos goles en ambas finales.

Aun así, todos esperaban algo más. Pero ese rendimiento excelso del Tottenham fue un espejo maquiavélico para los aficionados blancos. Como una especie de tortura. Y es que Bale ni siquiera había dejado intuir una parte de lo que demostró en White Hart Lane. Y hasta este momento hemos llegado. 

Más de lo que ha demostrado

El galés ha jugado muchísimos partidos con la camiseta blanca pero no ha llegado a ser ni la mitad de lo que ha sido Cristiano Ronaldo. Venía para sustituirle cuando el portugués dejara el barco pero lo cierto es que en la temporada en la que el luso ya no estaba se ha convertido en el gran señalado.

Su actitud, sus lesiones y su escaso rendimiento han colmado el vaso en una afición que ya no le perdona ni los títulos ganados. Eso poco importa ya. Todos quieren verle fuera después de seis años de idas y venidas, de grandes partidos y de auténticos fracasos. 

Al final, la sensación que ha dejado a la afición madridista ha sido la de engaño. La de creer tener un líder que se ha destapado como un fiasco que no ha sabido tirar del carro cuando el equipo más lo ha necesitado. De hecho, ha ‘pasado’ de todo. Ahora toca decirle adiós. Adiós a una casi estrella.