El Gobierno no mueve ficha

Florentino no reparte el pastel

El Real Madrid no quiere renunciar a los privilegios que le da el actual status quo mientras la mayoría de clubs se ahogan

Florentino es, para los clubs, el responsable que está retrasando la nueva reglamentación sobre los derechos de televisión

Florentino es, para los clubs, el responsable que está retrasando la nueva reglamentación sobre los derechos de televisión / sport

Josep Bosch

El tiempo avanza para desesperación de la mayoría de clubs españoles, especialmente los modestos, que ven cómo se desaprovecha la oportunidad de generar más ingresos vendiendo de manera conjunta los derechos de televisión, en contraposición al modelo actual, en que la venta individualizada premia a los más poderosos –especialmente Real Madrid y Barça– en detrimento de todos los demás.

La petición de la mayoría de clubs de optar por la venta conjunta encontró inicialmente buena predisposición en el Gobierno, pero el tiempo pasa y parece que las buenas palabras han quedado en eso, mera verborrea. El secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, prometió hace meses a la Liga de Fútbol Profesional que el decreto ley que permitiría la venta de los derechos de televisión de manera conjunta estaría ultimado a finales de 2014. Estamos a mediados de febrero de 2015 y los clubs modestos andan con la mosca tras la oreja, como ha denunciado en las últimas horas el presidente del Espanyol, Joan Collet.

La alargada sombra de Florentino Pérez es vista por la mayoría de clubs como el principal obstáculo para que el gobierno dé el visto bueno aprobando la ley que permita a los clubs vender los derechos de forma global. Con este modelo, todos los clubs percibirían más dinero, aunque no habría tanta diferencia entre los dos grandes, Real Madrid y Barça, respecto a los otros. De los 755 millones que pagan los operadores por los derechos del fútbol español, Real Madrid y Barça se llevan 140 millones cada uno, una distribución injusta que incluso el Barça está dispuesto a modificar.

Sin embargo, Florentino Pérez no quiere perder el privilegio y todos apuntan a que el Real Madrid presiona al Gobierno para que retrase la aprobación del decreto ley y se pueda seguir bajo el status quo actual, muy favorable a los intereses blancos e inviable para los modestos.