...Y encima, Florentino se puede llevar a las dos perlas del mercado para el Madrid

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, fue uno de los grandes triunfadores de la Champions de París. El dirigente blanco lleva años con una estrategia de poca inversión en fichajes que le ha dado frutos y que solo ha estado a punto de romper con la llegada millonaria de Mbappé. Florentino tuvo un recuerdo irónico para el jugador recién renovado por el PSG, que nunca vestirá la camiseta blanca mientras él sea presidente, y ahora se centra en seguir acumulando perlas jóvenes para reforzar el equipo. Sus dos objetivos ahora son Tchouaméni (Mónaco) y Rafa Leao (Milan), que están muy cerca de firmar.

Florentino estaba exultante con su nueva Champions, pero también tiene claro que el equipo necesita reforzar todas sus líneas porque la plantilla ya comienza a ser muy veterana. No habrá fichajes mediáticos, pero sí operaciones importantes y estratégicas para apuntalar al equipo. Una vez fichado a Rudiger para remodelar la defensa, el Madrid espera cerrar en los próximos días el fichaje del mediocentro del Mónaco Tchouaméni.

Las negociaciones por el pivote del Mónaco están muy avanzadas. Tchouaméni es un futbolista que ha estado encima de las mesas de todas las secretarías técnicas europeas. Incluso el Barça habló con su entorno hace unas semanas, pero su precio es prohibitivo. El club blanco tiene avanzado el fichaje y está en disposición de pagar un plus para evitar que se vaya al PSG. Ya es una cuestión de orgullo. Tchouaméni debería ser el sustituto de Casemiro en el equipo.

Asimismo, el Madrid también traerá gol. El objetivo número uno era Mbappé, pero el francés decidió esquivar al Madrid a última hora y Florentino ha iniciado negociaciones por Rafael Leao, atacante del Milan y con una proyección impresionante. Puede jugar en varias posiciones ofensivas y tiene pinta de crack mundial. En la operación, el Madrid estaría dispuesto a incluir a Jovic e, incluso, a Marco Asensio. La estrategia blanca es clara y pasa por apostar por talento de corta edad para que se vaya formando y acabe explotando en la casa blanca, tal y como ha sucedido con Vinicius.