Florentino es el gran señalado

El Madrid dice adiós a su reinado de los 1000 días

El Madrid dice adiós a su reinado de los 1000 días / Perform

German Bona

German Bona

Florentino Pérez ya no es intocable. La afición madridista, y la futbolística en general, le señala como el gran culpable de la crisis del Real Madrid muy por encima de los jugadores o del técnico, Santiago Solari. El presidente blanco tuvo que escuchar voces en el Santiago Bernabéu pidiendo su dimisión tras el descalabro europeo ante el Ajax. 

La semana ha sido de pesadilla para el máximo dirigente blanco, elevado a los altares en otras épocas, pero que paga ahora una pésima planificación deportiva. En otras circunstancias, se señalaría también al director deportivo, pero en el Real Madrid esta figura brilla por su ausencia. Florentino hace y deshace a su antojo, y cuando van mal dadas, el foco de la culpabilidad recae sobre su persona.

Decisiones que se vuelven en su contra

Florentino se encontró con dos 'marrones' al finalizar la pasada temporada que aguaron por completo la fiesta que debía suponer alzar la decimotercera. Zidane, que fue el más listo y lo intuyó todo, anunció que no seguiría en el banquillo blanco. Un 'palo' acentuado semanas después con la marcha de Cristiano Ronaldo a la Juventus. En el primer caso, poco pudo intervenir el presidente ante la firme decisión del francés, pero con 'CR7' se aceptaron los 112 millones de euros de su traspas0 y no se calibraron las consecuencias de perder a un futbolista que asegura 50 goles por temporada.

Pero lo que realmente desintegra al Real Madrid es no buscar recambios adecuados a estas sonadas ausencias. Florentino se fue a por Julen Lopetegui en plena víspera del Mundial de Rusia y a la desesperada después de fallarle sus principales candidatos. Pochettino, Conte... nadie lo vio claro, el presidente blanco no logró cautivarles y superar los obstáculos (contratos con sus clubs, etc.) que otras veces había saltado sin pestañear. Y con Lopetegui se equivocó en el fondo y las formas. El guipuzcoano tuvo que dejar la selección y ya llegó al Madrid con mal pie. Nunca cuajó entre una afición que también adora a la 'roja' y se sintió en una contradicción.

Vender a Cristiano y no por ejemplo a Gareth Bale también fue una decisión errónea de Florentino, pero sobre todo su empeño en no fichar a un '9' galáctico para compensar la pérdida. Muchos no le perdonan que no fuera en serio a por Mbappé, por muy difícil que fuera su fichaje, y que tampoco se pudiera traer a Hazard. El mercado de invierno no cambió la situación y solo llegó, a última hora, un Mariano Díaz que no entra ni en las convocatorias.

Los millones han de estar en el campo

Es lo que le reclama una afición que asiste sin comprender a este cambio de actitud de un Florentino que siempre quiso fichar a los mejores. Se le acusa de centrar sus esfuerzos en la reforma del Santiago Bernabéu como el gran legado que quiere dejar y olvidar el aspecto deportivo de un equipo que ha ido de mal en peor. Con la destitución de Lopetegui, Florentino pudo corregir su error, pero miró en el filial y en un Santiago Solari que ni de broma se ha podido convertir en un 'nuevo Zidane'. Con peores números que Julen, ha dividido al vestuario con sus polémicas decisiones y en una semana ha asistido desde el banquillo a la eliminación de la Copa del Rey, de la Champions League, y al adiós virtual a la Liga.

La afición le pide explicaciones a Florentino, le reclama un plan de futuro, de regenarción, pero de momento no hay respuesta. Las redes sociales están 'incendiadas', aunque sigue sin erigirse una oposición real y organizada que pueda hacerle frente.

La sucesión no existe

Florentino se eterniza en el cargo, pero es que para optar a la presidencia hay que tener un mínimo de 20 años de antigüedad como socio y preavalar con un 15 por ciento del presupuesto de gastos. Barreras difíciles de superar desde la aprobación en 2012 de los nuevos estatutos del club. Desde que Florentino Pérez regresó a la dirigencia blanca en 2009, ni siquiera ha tenido que enfrentarse a otro candidato y todos los procesos electorales han terminado sin votación final.

El presidente del Real Madrid vive uno de sus peores momentos al frente del club blanco, al que accedió en el año 2000 para dimitir seis años después. ¿Hay similitudes con la situación actual? A finales de febrero de 2006, se fue asegurando que "el Real Madrid necesita un cambio y este es el momento adecuado para que deje la presidencia. Estoy convencido de que puede ser el revulsivo que el club necesita".

Era el Madrid de los 'galácticos', de los Figo, Zidane y Beckham, a los que el presidente reconoció que había consentido demasiado. El detonante deportivo fue la eliminación en la Copa del Rey ante el Zaragoza, una derrota en Mallorca que lo alejó de la Liga y caer ante el Arsenal en el Santiago Bernábeu en la Champions League. Todo en 12 días, casi como ahora. Florentino cargó en ese momento con toda la responsabilidad, ¿lo hará también ahora?