El dilema de Florentino

Florentino se debate entre Zidane y Ancelotti

El Castilla se le quedará pequeño a Zinedine Zidane, que a final de temporada podría volar en busca de objetivos mayores 

Zidane podría ser el recambio de Ancelotti en el primer equipo

Zidane podría ser el recambio de Ancelotti en el primer equipo / sport

Alejandro Alcázar

Zinedine Zidane siempre ha sido la debilidad de Florentino Pérez. Los servicios prestados por el francés han sido cuantiosos en su etapa como futbolista, como asesor personal en los fichajes y su manera de involucrarse para convencer a los objetivos –Benzema, Varane o Odegaard, entre otros– y ahora liderando al Castilla, amén de la buena imagen que tiene. El presidente le quiere entrenando al primer equipo a corto plazo, pero Ancelotti le cierra el paso. Zizou se fogueó como ayudante de Mourinho, con el que nunca conectó pero al que siempre trató desde el respeto, y Ancelotti, al que alaba y pide públicamente su renovación. Pero Florentino tiene otros planes y ha congelado la ampliación del contrato del italiano, cuando en una situación normal le hubiese abierto su chequera tras la Décima.  

El madridismo sospecha que algo extraño sucede con Ancelotti. Al más mínimo tropiezo del equipo surgen dudas desde la planta noble del Bernabéu, buscando los vértices más rebuscados de su gestión deportiva. Un técnico de club que cede hasta cierto punto y siempre en defensa de lo que él cree mejor para tener una plantilla competitiva y bienavenida. Un entrenador cauto en sus declaraciones hacia las gestiones de club, que siempre apoya o, a lo sumo, pasa de puntillas en caso de no comulgar con las decisiones que parten desde la cúpula.

Zidane tuvo importantes ofertas la temporada pasada para entrenar a varios equipos, pero Florentino le convenció para que se quedase y se hiciese cargo del Castilla. El francés, tras meditarlo mucho, aceptó y lidera la nave del filial con pulso firme, primero de su grupo en Segunda B después de remontar en 16 jornadas desde el último puesto. Florentino sabe que tendrá que utilizar todo su poder de convicción para evitar que se vaya a final de temporada. Entiende que el Castilla se le puede quedar corto, aunque si consigue el ascenso tendría un argumento favorable para convencerle. 

Al presidente le gustaría promocionarle al primer equipo, aunque es consciente de que aún le falta experiencia para liderar un proyecto de primer orden, opinión que comparte el propio Zidane. La lógica indica que necesita volar más alto antes de tomar el mando definitivo del primer equipo, pero Florentino estaría dispuesto a asumir ese riesgo si no fuese por Ancelotti. Otra demostración de que el dirigente blanco se mueve por impulsos, por empatía más que por los resultados, como los obtenidos en su primera etapa por Vicente del Bosque. Quizás haya aprendido aquella lección, aunque los indicios indican que podría tropezar en la misma piedra. Si por él fuera, Zidane sería su Carlos Queiroz de la primera etapa, el que relevó con estrepitoso fracaso al hoy seleccionador nacional.