CHAMPIONS: REAL MADRID-SPORTING

La flor de Zidane sigue exuberante

El Real Madrid volvió a recurrir a la épica para remontar el gol de Bruno Cesar nada más comenzar el segundo tiempo. Los blancos se acabaron imponiendo con un gol de Morata en la última jugada del partido

FRANCESC J. GIMENO

El Sporting de Portugal no fue el rival manso que el Real Madrid esperaba. Todo lo contrario, el equipo de Jorge Jesus plantó cara en el Santiago Bernabéu, aunque una vez más apareció la flor del técnico madridista Zinedine Zidane. Un gol de falta directa de Cristiano Ronaldo en el minuto 89 -nació de un nuevo piscinazo del crack portugués- y una posterior cabezazo de Morata en el último instante del descuento permitieron que el conjunto blanco lograra un triunfo épico después de haber ido por detrás en el marcador durante todo el segundo tiempo.

El cuadro de Zidane apenas dio señales de vida en ataque durante los primeros 45 minutos. Sin ideas y sin que Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo lograsen conectar, Rui Patricio vivió muy cómodo durante la primera mitad y se limitó a rechazar una llegada de Bale hasta la línea de fondo (11') y un disparo desde 40 metros de Cristiano (27'). Un bagaje muy escaso para un equipo que aspira a ser protagonista una vez más en su competición fetiche y que aspira a ser el primero en reeditar el título dos temporadas consecutivas.

El Sporting se mostró firme en defensa y atrevido con el balón. El planteamiento de Jorge Jesus cortocircuitó a Modric y Kroos y el Madrid se resintió, lógicamente. No había nadie capaz de surtir de balones a su tripleta titular de delanteros. El conjunto de Zidane dio muchas muestras de no encontrarse cómodo sobre el césped. Incluso se mostró incapaz de sujetar al joven Gelson Martins, cuyas incursiones por la banda derecha se convirtieron en un dolor de cabeza para la zaga local.

Casilla llegó a sufrir en varios momentos. El Sporting dispuso de varias ocasiones para adelantarse en el marcador. Hasta en esta faceta se mostró claramente superior al campeón. Bruno César inauguró las hostilidades con un disparo desde la frontal que salió junto al palo en el minuto 2. Luego Gelson Martins puso a prueba a Casilla tras internase dentro del área (9'). El extremo repitió en el 34 con una nueva internada, aunque su centro se paseó por delante de la portería local sin que nadie pudiera rematarlo (34'). En ese momento se escucharon los primeros silbidos de reprobación desde la grada, disconforme con el discretísimo juego de su equipo.

alarma en el Bernabéu

La sorpresa saltó nada más arrancar el segundo periodo, cuando una grave indecisión de la zaga blanca -dejó suelto el balón en la frontal tras una combinación entre Gelson y Dost- habilitó a Bruno Cesar, que fusiló a Casilla con un disparo raso y ajustado al palo. El 0-1 encendió definitivamente las luces de alarma en el Bernabéu. El problema es que el Sporting siguió su plan y no se descompuso pese a los arreones del cuadro madridista.

En esos momentos de desconcierto local volvió a aparecer el joven Gelson Martins, que firmó un auténtico recital y desquició al Madrid mientras las fuerzas le acompañaron. El jugador portugués protagonizó una gran jugada en el 53' en la que llegó a marcharse en velocidad de los tres centrocampistas del Madrid. Un minuto después Bruno Cesar volvió a poner a prueba a Casilla, aunque en esta ocasión el meta catalán detuvo su disparo.

Zidane se vio obligado a mover el banquillo y dio entrada a Lucas Vázquez y Morata, que ocuparon el sitio del renqueante Bale y el reaparecido Benzema. El Madrid dio un paso adelante, pero sin llegar a encontrar la receta para crear situaciones de gol claras. Su juego de ataque funcionó a base de empujones, pero sin claridad de ideas.

Pero una vez más la moneda se decantó del lado del Real Madrid. La flor de Zidane empieza a ser gigantesca. Todo se alió en favor de su equipo en los últimos instantes. El árbitro italiano salió al rescate del equipo blanco picando en un nuevo piscinazo de Cristiano al borde del área. El disparo del portugués se se coló por la escuadra (89') y cinco minutos depués Morata cazaba con la cabeza un balón colgado al área de James y hacía subir el 2-1 definitivo. Sufrió de lo lindo el Madrid, pero una vez más sacó adelante un partido que por juego no mereció ni siquiera empatar.