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Final Intercontinental: El Madrid, ante el matagigantes azteca

Nadie esperaba en la final al Pachuca, que se ha colado sorprendiendo a todos para medir al campeón de la Champions, que parte como favorito pese a no llegar en su mejor momento

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Ancelotti: “La crítica a veces te despierta”

El técnico del Real Madrid y Jude Bellingham comparecen en rueda de prensa antes de la final de la Copa Intercontinental / Atlas News

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Real Madrid no esperaba a Pachuca en la final de la Intercontinental, pero los mexicanos se han erigido en un matagigantes para llegar a Doha y colarse en el partido de su vida. Los tuzos son ya el orgullo de su país, nadie les va a quitar lo hecho y menos soñar con tumbar a un gigante. Un titán que llega arrastrándose por el cansancio, herido por las lesiones y desbordado por las dudas en una primera parte de temporada repleta de sufrimiento. Pero eso es lo que tiene el equipo blanco, esa rebeldía contra la adversidad que le convierte en indescifrable en los momentos más adversos y complicados.

Los blancos buscan su noveno título ante un novato con nada que perder y mucho que ganar. Para el Pachuca ya es un premio estar en la final, un sueño construido en una filosofía de formación, con un 70% de jugadores criados en la cantera del club más antiguo de México que se ha rebelado al tiempo para ser refundado hasta en tres ocasiones: 1892, 1920 y 1950. Y la última para convertirse en el equipo más jalonado de su país desde la humildad de una cuna plenamente azteca.

Mbappé, listo

Ancelotti tendrá que hilar fino para asegurarse el segundo título de la temporada tras hacerse con la Supercopa de Europa. También para ganar su título número 15 con los blancos y ser el más laureado de su historia superando al mítico Miguel Muñoz. Para los tuzos sería la guinda a un año de ensueño, culminado con un triunfo ante el equipo al que todos quieren ganar en una gran final.

La gran incógnita de Ancelotti es si Mbappé está en condiciones de jugar. Una final es una final y el francés parece dejar atrás la lesión acortando los tiempos de recuperación. Rodrygo, tras su buen partido en Vallecas, apunta a ser de la partida junto a Vinicius y esperando tener al francés de compañero.

Sin referencias

Además, el italiano deberá elegir medular tras mover sus piezas en los últimos partidos sin asentar un plan definido. Valverde es fijo, como siempre, y Camavinga apunta a ser su compañero. Parece que mantendrá la defensa, esa que ha encajado cinco goles en dos partidos con Tchouameni por el canterano Asencio. Todo apunta a un 4-2-3-1, el mismo que utiliza el técnico del Pachuca Almada. A diferencia del uruguayo, el italiano tiene un serio problema, descifrar a un rival al que apenas conoce él y sus jugadores.

Deben interpretar las señas de identidad del Pachuca basadas en el orden y la disciplina. Un equipo del que tendrá pocas referencias, aunque lo normal es que tenga informes que desvelen algunos de sus secretos. Un equipo de jóvenes mexicanos, empezando por Elías Montiel, de 19 años, rodeados de conocidos como Rondón, que pasó por el Málaga, o Bastón, de la cantera del Atlético, además de Idrissi, ex del Sevilla y Cádiz.

Final inédita

El Madrid es el gran favorito para llevarse el trofeo. Las diferencias de plantillas son demasiado grandes, aunque como dice Almada “no juega la historia, solo dos equipos”, y un partido de estas características se resuelven en los detalles. Además, los blancos alternan buenos partidos con otros que da pereza verlos, por lo que el pronóstico se puede torcer en una mala tarde.

Esos sí, si pierden sería la debacle para un Ancelotti, que arrastra demasiados problemas como para sumar un fracaso de nivel intercontinental. Deberá combatir la mejor arma del Pachuca, la ilusión. Y evitar esa capacidad de sorpresa de un equipo que ha tumbado a los campeones de México, América; Estados Unidos, Columbus Crew; Brasil, Botafogo, y Egipto, Al Ahly, y que afronta el reto más grande de su historia, ser campeón del mundo a costa del Real Madrid.