Ferland Mendy, de aprender a caminar de nuevo con 14 años al Bernabéu

La biografía de Ferland Mendy es una historia de superación. El nuevo jugador del Real Madrid creció en el seno de una familia humilde de origen guineano y senegalés que emigró a Francia en busca de un futuro mejor, como tantas otras. 

A los 11 años, sin embargo, perdió a su padre cuando ya estaba enrolado en las categorías inferiores del PSG, y a los 14 le diagnosticaron una grave lesión en la cadera que deribó en una artritis que le dejó un año fuera de los terrenos de juego. En el hospital le llegaron a decir que no podría volver a jugar al fútbol, pero el chaval se armó de valor y terminó recuperándose por completo después de estar un largo tiempo en silla de ruedas y tener que volver a aprender a caminar de nuevo. "No hablaría de dificultades, más bien lo que viví me ha dado muchas ganas y ambición para llegar hasta aquí sin bajar nunca los brazos. Siempre he creído en mi sueño, se ha hecho realidad al formar parte del mejor club del mundo", confesó Mendy en su presentación como futbolista blanco.

El resto, ya es leyenda. Una vez rehabilitado para la práctica del deporte firmó por el Mantois, un equipo de los alrededores de París, y sus buenas actuaciones en el conjunto parisino despertaron el interés del Le Havre, que lo fichó sin pestañear. El HAC, como se le conoce en Francia, es la cuna de jugadores tan importantes como Pogba, Mahrez o Aubameyang, por hablar de algunos que todavía brillan, o hablando en clave histórica de otros como Lass Diarra, Kameni, Ibrahim Ba o Dhorassoo.

Allí apenas permaneció dos años (2015-2017), ya que el Olympique de Lyon echó sus redes sobré él y consiguió su traspaso por cinco millones de euros en una operación relámpago. Otras dos campañass con los leones han sido suficiente para que los 'grandes' de Europa pusieran su mirada en Mendy, que a las órdenes de Bruno Génésio ha jugado un total de 79 partidos (6.207 minutos), ha marcado tres tantos y ha repartido siete asistencias de gol.

El 20 de noviembre de 2018 debutó con la selección francesa con 23 años, cinco meses y 12 días. Lo hizo en el Stade de France en un partido amistoso ante Uruguay. Su fichaje por el Real Madrid es el culmen de un sueño. "Estoy muy contento de jugar para el mejor club del mundo y de ponerme su camiseta. Espero ganar muchos títulos", admitió el futbolista galo.