Europa retrata a la vieja guardia del Madrid

Courtois obró el milagro para que el Madrid no saliera goleado de Inglaterra

 El guardameta del Madrid evitó en numerosas ocasiones que el Manchester City rompiera definitivamente la eliminatoria / MEDIAPRO

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El madridismo era pesimista pese al fichaje de Hazard a principios de temporada. Acaso el regreso de Zidane y la presencia del belga elevaba la ilusión, pero sabían que el proyecto era más de lo mismo pero en el que faltaba la sal que aportaba Cristiano Ronaldo. 

El resultado ha sido una temporada convulsa repleta de irregularidad en la Liga, otro fracaso en la Copa del Rey (siete años en blanco), una Supercopa de España inesperada y un trastazo en Europa. La Liga la ganó en un esprint final plausible, pero sacrificando su habitual estilo ofensivo por la disciplina prusiana defensiva.  

Los dos títulos conquistados han amortiguado un cambio de guardia necesario tras comprobar que ya no le da para ganar en Europa. Zidane ha sujetado el equipo en los mismos jugadores de su primera etapa. 

Sólo Courtois se ha sumado al grupo de intocables. Valverde y Mendy han sido los recursos para un centro del campo bajo mínimos y un Marcelo en decadencia. El fracaso de Hazard y el apagón de Bale han hecho daño al planteamiento ofensivo del francés, que ha tenido que recurrir de las jóvenes promesas para tapar sin demasiado éxito esa vía de agua. 

Una media de 30,,4 años de la columna vertebral

Carvajal, Varane, Ramos, Casemiro, Kroos, Modric y Benzema han sido sus intocables. Todos básicos en su primera etapa pero cuya media de edad se va a los 30,4 años que acaba pasando factura cuando la exigencia competitiva y física alcanza sus máximos. Siete jugadores de campo sobre los que ha girado el once toda la temporada, haciendo encaje de bolillos para evitar lesiones y bajos rendimientos por la saturación de minuto. Zidane no ha confiado en los jóvenes, salvo para ir tapando agujeros en tres puestos sin dueños. 

El bajo rendimiento de Hazard, Bale y Marcelo han sido determinantes. Un once que sin ellos han fracasado en la Champions: tres victorias ante equipos menores en ocho partidos, dos al Galatasaray y otra el Brujas. Sin el belga y el galés, el ataque se ha derretido. Esto obligó a Zidane a dar un golpe de timón, a reinventarse y cambiar la filosofía en el juego. El compromiso defensivo sustituyó al juego de ataque al que le faltó gol. Un cambio de filosofía que ha valido para ganar dos de los tres títulos domésticos, pero no para competir en Europa.