REAL MADRID

Estalla una nueva guerra médica en el Real Madrid

Las lesiones de Cristiano Ronaldo y Karim Benzema han hecho estallar una nueva guerra médica en el vestuario del Real Madrid

Cristiano vio el partido ante el Manchester City con gesto serio

Cristiano vio el partido ante el Manchester City con gesto serio / sport

FRANCESC J. GIMENO

Las lesiones del portugués Cristiano Ronaldo y el francés Karim Benzema han puesto punto y final a la débil tregua con la que la plantilla del Real Madrid y los servicios médicos que encabezan el doctor Jesús Olmo cerraron la polémica que se originó tras la última lesión en el sóleo sufrida por Bale a principios de febrero. Tanto Cristiano como Benzema han recurrido a profesionales externos para tratarse sus respectivas lesiones y la desconfianza se ha vuelto a instalar en el vestuario de la Ciudad Deportiva de Valdebebas.

La enésima polémica que ha protagonizado el doctor Olmo és consecuencia directa de la lesión muscular que sufrió Cristiano Ronaldo en los últimos minutos del partido de Liga contra el Villarreal. El diagnóstico inicial de los médicos del club no fue acertado, así como el tratamiento que decidieron. El portugués descansó ante el Rayo Vallecano y pensó que llegaría a tiempo para jugar el partido de ida de las semifinales de la Champions League frente al Manchester City. Pero en el entrenamiento previo celebrado en el Etihad Stadium el delantero volvió a notar molestias en su muslo derecho y entró en erupción, al darse cuenta de que la lesión era más grave de lo que había pensado.

Según informa 'Ecodiario', Cristiano acudió el mismo día del partido a un centro hospitalario en Manchester para ponerse en manos de un profesional de su confianza. Las pruebas a las que fue sometido confirmaron que sufría una pequeña rotura fibrilar en el bíceps femoral de la pierna derecha. Es la peor pesadilla para un velocista como él. El portugués nunca ha confiado en el doctor Olmo, pero lo ocurrido en Manchester ha sido la gota que ha colmado el vaso de su paciencia.

Al día siguiente Cristiano acudió a la clínica Ruber de Madrid para consultar a otro especialista y se ha puesto en manos de Joaquín Juan, el fisioterapeuta de confianza de Pau Gasol, entre otros. El delantero madridista no se fía de los servicios médicos del club y no ha dudado en prescindir de su opinión para ponerse en manos de profesionales externos con los que espera recuperar a tiempo para jugar el partido de vuelta ante el Manchester City. Incluso está recurriendo a un tratamiento con células madre. Lo tiene muy difícil. Si juega corre el riesgo de romperse y perderse la Eurocopa de Francia.

Siguiendo el mismo ejemplo que su compañero, Karim Benzema también se puso en manos de un fisioterapeuta de su confianza para tratarse de los problemas físicos que arrastra desde el partido contra el Rayo Vallecano. El francés también tuvo que retirarse en el descanso del encuentro ante el City al resentirse de su lesión y es seria duda de cara al partido de vuelta del próximo miércoles en el Santiago Bernabéu.

Las lesiones de Cristiano y Benzema han provocado un nuevo cisma en el vestuario. Zinedine Zidane, entrenador madridista, está contemplando atónito cómo los servicios médicos responsabilizan a los técnicos y a los preparadores físicos de ambas dolencias, mientras que los jugadores y los técnicos apuntan claramente al doctor Olmo. Ha estallado una nueva guerra médica.