Estalla el debate: Vinicius o 'Ficticius'

Vinicius marcó el 2-3 ante el Shakhtar

El jugador brasileño solo ha anotado 12 goles con el Madrid / MEDIAPRO

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Vinicius está cuestionado después de sus dos últimos partidos ante el Barcelona y el Monchengladbach. El Real Madrid ha conseguido enderezar parte de su extraviado rumbo tras las derrotas ante el Cádiz y el Shakhtar, pero algunos jugadores como el brasileño han defraudado hasta el punto de que se cuestiona si tiene categoría para ser titular. En el Nou Camp y en EL Borussia Park apenas desbordó, rematÓ mal, perdió demasiados balones y no aportó nada consumido por sus obligaciones defensivas.

El desgaste en labores extras, consumen su energía para desbordar y restan lucidez a su juego desequilibrante. Los aficionados madridistas ya le han bautizado en las redes sociales como ‘Ficticius’ en alusión a su estilo de juego errático. Y es que la inventiva no tiene límites en una afición disgustada con sus jugadores a los que va encontrando acomodo a sus apellidos con apelativos que definen la visión que tienen respecto al rendimiento que ofrecen. Así bautizaron hace dos temporadas a Asensio con ‘Ausensio’ o el que viene y que une la estrecha relación entre Benzema y Zidane en un apocope para el delantero: ‘Benzidane’.

VOLVERÁ A ESTAR A LA SOMBRA DE HAZARD

Sus bajas prestaciones empiezan a desesperas a sus compañeros, como quedó constancia en la pillada a Benzema en ‘Telefoot’, en la que se le oye quejándose del brasileño. “Hermano, no juegues con él. Él hace lo que quiere, madre mía. Juega con nosotros”, le dijo a su compatriota Mendy pidiéndole que no le pasara más el balón. El brasileño disparó tres veces a la portería defendida por el alemán Sommer y ninguna fue a puerta. En especial desaprovechó un pase de la muerte de Valverde que empalmó exageradamente desviado.

Vinicius divide al madridismo, que vive entre la ilusión y los “¡oh!” por sus regates y la depresión de verlo finalizar las jugadas, ya sea disparando a portería o buscando ese último pase que casi nunca encuentra un compañero. En el Madrid se agarran a su juventud, 20 años, para verle crecer y corregir esos defectos que arruinan jugadas de dibujos animados, que acaban siempre como los intentos del Coyote en atrapar al Correcaminos. Vinicius tiene hambre pero el balón ‘ACME’ se alía siempre con el contrario. El brasileño ha desaprovechado una ocasión única de haber apretado a Hazard, pero el belga está de vuelta y el brasileño regresará al banquillo en cuanto su compañero se ponga en forma.