Esperando a un Hazard fuera de forma

Así fue el debut de Hazard en LaLiga

Alejandro Alcázar

En el Real Madrid siguen esperando a Eden Hazard. El fichaje estrella del verano pasó de puntillas por la pretemporada y cuando comenzó la Liga se lesionó. Se perdió los tres primeros partidos, para jugar unos minutos y debutar ante el Levante con más pena que gloria. Igual que ante el PSG, donde apenas apareció perdido en el desorden de un equipo caótico con el que no conectó. El belga es la esperanza madridista, pero algunos cuestionan que no esté en forma y le acusan de sobrepeso, aunque los antecedentes demuestren que ese es su perfil habitual.

Hazard es víctima del desconcierto futbolístico del equipo por el que ha fichado. Ha jugado cien minutos en los que se le ha visto voluntarioso pero perdido. Sin conexión con sus compañeros dentro de un entramado táctico en el que es uno más. Es como si Zidane le hubiera metido en el once sin preparar un entramado táctico donde encajarle. El resultado es que no sabe muy bien de qué juega, salvo que tiene que moverse por la izquierda.

Sin un plan de ataque

Hazard tiene que lucir sus regates lejos del área rival. No conecta con sus compañeros que tampoco trabajan para potenciar su desequilibrio. Va por libre en esa máxima de Zidane de dejar el juego ofensivo en los pies de la improvisación de sus delanteros. Este Madrid vive de las apariciones o genialidades de Benzema o Bale, pero sin una estructura definida ofensiva.

Hazard juega con un plus de ansiedad que no favorece a su juego. Conduce demasiado y no encuentra socios, y se aleja del área que es donde hace daño. Físicamente tiene que mejorar después de 22 días de baja. Además, algunos le acusan de sobrepeso, aunque es un jugador cuya fisonomía nunca ha destacado por ser un futbolista estilizado. No es el mismo caso de Isco, un jugador que si no está en su peso baja muchos enteros.