Esperando a Hazard desesperadamente

Sin fichajes en el mercado de invierno ilusiona el regreso al equipo de Eden Hazard después de dos y medio de baja. El belga lleva una casi una semana entrenándose con sus compañeros y está listo para volver. Lo más probable es que Zidane le dé unos minutos ante la Real Sociedad este jueves, en el partido de cuartos de final de la Copa del Rey, para que vaya adquiriendo ritmo poco a poco con el objetivo de que llegue en plenas condiciones al partido de la Champions League ante el Manchester City del día 26 de febrero.

Hazard se lesionó el 26 de noviembre en el partido de la Champions ante el PSG. Un percance sin “aparente importancia” que se ha alargado más de lo previsto. Se le diagnosticó una simple dobladura en el tobillo derecho, “contusión perimaleolar externa en su pierna derecha”, que descartaba una lesión ósea. El tiempo previsto de baja sería de unos 10 días, incluso se afirmó que llegaría al Clásico que se jugaba 22 días después. Pero el mazazo llegaba tras la primera semana cuando un nuevo parte médico confirmaba que la lesión se había complicado con “una microfisura incompleta externa en dicha zona” que ha alargado su periodo de baja. Desde entonces, han pasado 74 días y en el Madrid hay ganas de volverle a ver en acción.

MÁS PEGADA CON EL BELGA

El fichaje estrella del Real Madrid esta temporada todavía no ha mostrado todo su potencial. Tal es así, que pocos le han echado de menos en todo este tiempo, entre ellos Zidane y sus compañeros, que llevan 17 partidos consecutivas sin conocer la derrota desde que está ausente, 11 triunfos y seis empates. El belga ha dejado destellos de su calidad pero no ha marcado diferencias como se esperaba de él, con una aportación al equipo discreta que en el Madrid esperan que mejore para potenciar un ataque al que le falta pegada.

El Real Madrid han marcado menos de dos goles mientras no ha jugado, 31 en 18 partidos, 1,82. Con Hazard en el campo sube la pegada a los 2,3 goles por partido: 33 en 14 encuentros. Pero si con el belga es más fuerte en ataque, también es más débil en defensa. Con él en el campo encaja 1,8 goles por partido (10 en 18), y sin él 1,6 (23 en 14). Son datos objetivos de un jugador que no ha dado su verdadero nivel, pero al que esperan con ansiedad porque si muestra su mejor cara será un refuerzo clave de aquí a final de temporada.