Los diez olvidados de Ancelotti en el Madrid

Desenganchados por no participar regularmente en los partidos del equipo, aunque Hazard y Bale son casos apartes

Entre Guti, Isco, Marcelo, Jovic, Mariano, Blanco, Vallejo y Lunin suman el 6,65% de los minutos posibles

Ancelotti tiene su grupo en la plantilla de elegidos y olvidados

Ancelotti tiene su grupo en la plantilla de elegidos y olvidados / Javi Ferrándiz

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Manejar un vestuario con 27 jugadores que compiten por 11 puestos no debe ser tarea sencilla. La extensa plantilla blanca, 25 fichas oficiales y 2 añadidos de la cantera, tiene vértices que sólo el entrenador y su equipo analizan en el día a día para elegir en cada partido los que consideran que son los mejores por talento, fútbol, trabajo, disposición, físico… Ancelotti tiene una misión que flirtea con el masoquismo porque 16 jugadores se quedarán en el banquillo o en la grada en una plantilla a la que sólo llegan los privilegiados.

17 JUGADORES SE REPARTEN EL BOTÍN

Ancelotti maneja sus propias cuentas en las que 17 jugadores se reparten el mayor porcentaje del botín de los minutos disputados en los 18 partidos que han jugado. Los otros diez cada vez están más aislados y algunos incluso desenganchados de esa adrenalina que fluye cada vez que juegas. Esos son Bale y Hazard, dos casos de estudio y diferentes a los de Isco, Jovic, Marcelo, Mariano, Vallejo, Lunin, Gutiérrez y Blanco, cuya aportación se reduce al 6,65% de los minutos posibles.

Dos de esos 10 jugadores son casos excepcionales, Bale y Hazard. Ambos experimentan cómo la presión funde sus músculos que ablanda la fortaleza mental para llenar titulares en los que cada uno busca un motivo a la situación de dos jugadores con mayúscula. El galés y el belga viven en otro dimensión, no en la que Ancelotti tiene influencia, por las lesiones del primero y los miedos del segundo, que anda metido en un laberinto sin encontrar la salida que le llevó al olimpo con el Chelsea.

LO QUE ARRASTRA CADA OLVIDADO

De los demás llama la atención Jovic, un caso a medio camino entre Bale y Hazard y los demás que le acompañan en ese viaje de una temporada en la que ocupan los últimos asientos de los jugadores menos utilizados. Todos los implicados tiene competencia, pero el serbio anunciaba otra cosa. Un goleador está hecho de otra pasta pero la suya no mezcla con la de un equipo en que ser solo goleador no basta. A Mariano le ocurre algo similar, un proyecto inconcluso que se va a los 28 años.

Isco y Marcelo recogen lo que sembraron. Se quedaron sin apetito cuando ganaron la decimotercera y por mucha dieta que hagan no acaban de encontrar el tipo que decidieron descuidar y que daba luz al equipo con sus ‘delicatessen’. Lunin es víctima de su juventud y de la falta de suerte de que le llegue una oportunidad en la que demostrar ser el mejor portero de un Mundial Sub-20. Vallejo es un esforzado del quite que no encaja en un equipo en el que al central se le exige algo más que anular a un rival. Y Gutiérrez y Blanco son eso, canteranos, recursos de urgencia al que se les da un caramelo de tarde en tarde.