El día que Bordalás se enamoró del 'método Ancelotti'

José Bordalás no es un profesional que haya venido a hacer amigos al fútbol. Al revés, desde su propuesta firme y personal, se ha ganado la enemistad de decenas de compañeros de trabajo. Las críticas hacia el Getafe y su juego lo fueron antes hacia el Valencia o el Alcorcón. Cuando el 'gafapasta' era barbilampiño y parecía 10 años más mayor de lo que luce ahora. Sin embargo, en un mundo que le mira con recelo, el técnico alicantino ha encontrado un aliado en Carlo Ancelotti, al que la crítica suele agradecer su experiencia, pero que ahora se encuentra cuestionado por mil frentes. Ambos se verán de nuevo las caras en el Coliseum con LaLiga en juego (21:30).

Ambos no tienen una amistad tan estrecha como para comer todos los domingos el uno en la casa del otro, pero sí se respetan y se conocen. El origen de relación hay que encontrarlo más allá del enfrentamiento en el campo. "Somos colegas y tenemos aspectos futbolísticos comunes. Siento un gran respeto, mucho reconocimiento por su trayectoria y admiración. Es uno de los más grandes, si no el que más, por lo conseguido a nivel futbolístico y profesional", le halagaba hace menos de un año.

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Defensa cerrada de Carletto

Lo hacía después de recordar los días en los que, tras finalizar su etapa en el Valencia, al que llevó a una final de Copa del Rey, se fue a Valdebebas para aprender del italiano. "Es un señor en todos los sentidos, un grandísimo entrenador y una gran persona", se refería Bordalás a Carletto cuando todo eran días de vino y rosas. Una afirmación que mantiene en uno de los peores momentos de Carletto al frente de la escuadra blanca. Por eso no piensa que sus días al frente del Real Madrid hayan llegado a su fin en el segundo mandato.

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“No estoy pensando en esa posibilidad (la de que Ancelotti salga más debilitado del Coliseum en caso de tropiezo), tengo un gran respeto a Carlo, le admiro mucho y no soy la persona que debe valorar si está cuestionado o no. Lo que ha conseguido al frente del Real Madrid es muy complicado que alguien vuelva a conseguirlo”, defendió en la rueda de prensa previa a un partido que, después del triunfo del Barça en Liga ante el Mallorca, es decisivo para el campeonato. Más si cabe en plena resurrección blanca tras la Champions.

No será tal si hay nuevo siniestro en el sur de Madrid y derrota en la Copa del Rey. “No creo el Real Madrid deba cambiar de entrenador, está vivo en dos competiciones y lo ha ganado prácticamente todo. Es el el mejor que puede tener”, argumentó, casi dando más ánimo al italiano que a sí mismo, a pesar de que su equipo haya perdido fuelle en las últimas semanas. Pero Bordalás ya se encargó de recordar cuando el acopio de puntos se sucedía que esa dinámica no era para para Europa, sino para la salvación.

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Los lloros de Álvaro Rodríguez

Todo el cariño de Bordalás hacia Ancelotti tiene el origen en las múltiples visitas que hizo a Valdebebas. Allí no solo se enamoró de la forma de gestionar que tenía el italiano su vestuario, también de su desarrollo táctico y hasta de su hijo, Davide. De hecho, el entrenador del Getafe tiene una figura similar a su lado, su hijo Roberto, quien afronta la segunda temporada en la estructura del cuerpo técnico del conjunto azulón. Dos ejemplos de aprenziaje tutelado, que en el caso del sucesor de Carletto ha alcanzado ya un nivel de meritocracia que le hace atractivo para otros clubes de Primera.

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"El entrenador del Real Madrid es un hombre inteligente, sabe lo que tiene que hacer y qué jugadores están en mejor condición. Sea cual sea la alineación, nos vamos a enfrentar a un grandísimo rival y tendremos un partido muy complicado", decía hace un año, pero es una afirmación que repetiría hoy mismo. Por las manos de ambos han pasado jugadores como el 'Toro' Rodríguez, un héroe temprano del madridismo que marcó un gol en un derbi contra el Atlético. Un tanto, que, paradójicamente, fue el inicio de su declive.

Álvaro está cedido en el Getafe por parte del Real Madrid. Apenas ha marcado dos goles y en el último partido, contra el Espanyol, lloró trar ser sustituido a la media hora de haber saltado al terreno de juego. "Eso ya ha pasado, estamos en el fútbol profesional", sentenció un Bordalás que será juez de la Liga. La victoria del 9 de marzo de marzo contra el Atlético con doblete de Arambarri supuso el derrumbe de los rojiblancos. El Barça tampoco pudo llevarse los tres puntos en enero del Coliseum, un territorio ignoto donde los secundarios deberán ganarse el sueldo.