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REAL MADRID

"You'll walk alone", Trent: de ser el niño mimado del Liverpool a odiado en Anfield

El canterano 'red' salió en la segunda parte del partido que fue su regreso a casa, donde le hicieron sentir como un extraño con una sonora pitada

Trent Alexander-Arnold, tras la derrota con el Real Madrid en Liverpool.

Trent Alexander-Arnold, tras la derrota con el Real Madrid en Liverpool. / ADAM VAUGHAN / EFE

Denís Iglesias

Denís Iglesias

Es Anfield un estadio con el embrujo suficiente para tener que ir al menos una vez en la vida. El Real Madrid ha ido, por emparejamiento natural con el Liverpool, casi cada año. Pero esta temporada la visita es una de las más aciagas que se recuerdan. Ya no solo por un pobre partido contra los 'reds', sino por la situación vivida por Trent Alexander-Arnold, un jugador criado en el club 'scouser' que fue vilipendiado en su regreso. En equipos donde el sentido de pertenencia aún se mantiene, su salida en verano fue una traición.

El ultraje al mural de Trent en Liverpool

Esa es la interpretación que hizo el público del campo que tantas veces aplaudió sus carreras y le vio levantar títulos. Pero en la última celebración de una Premier arrolladora, Anfield ya miró con desconfianza al hijo pródigo que había decidido irse por la puerta de atrás. Libre, sin dejar una libra, porque daba por hecho que al haber sido un muchacho formado allí, todo lo demás había sido plusvalía.

El mural de Trent en Liverpool, después de ser boicoteado con la palabra: "Rata".

El mural de Trent en Liverpool, después de ser boicoteado con la palabra: "Rata". / AGENCIAS

No fue argumento suficiente. Alexander-Arnold era libre de irse a un Real Madrid que pagó 10 millones por su desvinculación, para tenerlo de inmediato a las órdenes de Xabi Alonso en el Mundial de Clubes. Las prisas no se tradujeron en un rendimiento instantáneo y apenas un par de asistencias forman parte de su currículum en los primeros meses en el Bernabéu. Todo, a pesar de esforzarse en aprender español con tres horas a la semana. La adaptación, aun contando con aliados como Bellingham, ha sido incompleta.

El regreso a Anfield no hizo más que confirmarlo. Trent se encontró el mural que le habían dedicado cuando era un profeta tierra propia totalmente ultrajado. Fue limpiado en una 'performance' pública que no reparó el odio que ha surgido en Liverpool contra su figura. Detrás de la caballerosidad y el aura que tantas veces se repite en las crónicas emergió el espíritu hooligan y proteccionista. Para colmo, uno de sus sustitutos, Conor Bradley, titular porque el recambio principal de Frimpong se ha quedado en la enfermería, fue brillante.

Van Dijk, Gerrard y el vacío a Alexander-Arnold

El norirlandés secó a Vinicius, lo que hizo aún más oscura la sombra que persiguió a un Trent incapaz de darle un cambio al partido, como pretendió Xabi Alonso con su ingreso y el de Rodrygo. El vasco intentó insuflarle confianza en el peor de los escenarios posibles. Una apuesta arriesgada que no funcionó. A pesar de los abrazados de algunos compañeros tras el encuentro y del sentido homenaje que Alexander-Arnold le hizo a Diogo Jota antes del partido, en Liverpool, el "rata" que manchó su mural, se ha normalizado.

Mientras se produjeron unos sonoros abucheos, la realización del encuentro en Inglaterra mostró a un hombre besándose el escudo del Liverpool. Tras el partido frente al Aston Villa, se le preguntó a Van Dijk si había contactado durante este tiempo con Trent y dijo un seco "no". Y hasta Mac Allister se apropió de su celebración en el gol que condenó al Real Madrid. Demasiadas señales que terminaron en un repudio colectivo de un jugador que ha pasado de héroe a villano en apenas unos meses.

Los cánticos para vilipendiar a Alexander-Arnold contrastaron con los dedicados a Steve Gerrard, el hombre que nunca quiso irse al Real Madrid y que le reprochó a Trent su huida en un momento en el que el Liverpool había vuelto a la primera línea. Sin embargo, el propio Gerrard estuvo a punto de perpetrar una huida al Chelsea en 2005. Así que no hay figuras tan incorruptas como alguno se imagina. Es más, el propio Trent, en una entrevista previa al duelo contra el Madrid, reafirmó su sentir como "hincha del Liverpool".

Mal inicio de temporada, peor regreso a Anfield

Nada de eso vale ya. A pesar de haber entregado 21 de sus 27 años al Liverpool, el hecho de querer descubrir una nueva realidad -y no una cualquiera- en el Real Madrid le ha convertido en un traidor. Para colmo, los apenas 165 minutos jugados esta temporada, cortada por la lesión en los isquiotibiales, le han dado más leña al fuego de sus 'haters'. A pesar de que él siempre se ha comportado con diplomacia.

“Una despedida perfecta. Gracias de todo corazón, amo mi ciudad”, dijo tras anunciar un adiós esperado que no solo se produjo por la oferta del Madrid, también por la incapacidad del Liverpool para renovarle. Trent puede haber perdido con la salida al conjunto blanco, por lo menos hasta ahora, pero Slot se quedó sin un rasgo diferencial como los pases de un carrilero que se entendía a las mil maravillas con Salah. Una virtud que todavía no ha podido mostrar todavía en el Madrid.

Celebran este infausto inicio en Anfield, un territorio que puede equipararse en grandeza a cualquiera, de ahí la incomprensión porque uno de los suyos pudiese buscarse la vida fuera, cuando el mundo interior que ofrece debería servirle a cualquiera. En todos los campos se viven historias de filias y fobias. Porque detrás del "You'll never walk alone" también existe una soledad en la que nadie te acompaña. Trent ya lo sabe.