Todo o nada en Kiev: decimotercera o fracaso

El Real Madrid ultima la final de Kiev a puesta cerrada

El Real Madrid se ejercitó a puerta cerrada / ATLAS

Dídac Peyret

Dídac Peyret

"Aquel que dijo más vale tener suerte que talento, conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte. Asusta pensar cuantas cosas se escapan a nuestro control".

La película de Woody Allen, Match Point mientras en pantalla vemos una pelota que va de un lado al otro hasta que golpea al borde de la red y durante una fracción de segundo puede seguir hacia delante o caer hacia atrás.

Es ahí, en esas situaciones cerca del abismo, donde el Madrid se hace grande. No hay una explicación racional a la épica que acompaña al equipo desde tiempos inmemoriales. Pero en su caso se repite una y otra vez. Como si les acompañara una fe irreductible y unas dosis de fortuna inevitables. 

Kroos, un alemán, explicaba así hace unas semanas qué convierte al Madrid en un equipo temible en la Liga de Campeones. "Esta competición es la más difícil de ganar. Quizás eso libere poderes especiales en nosotros. Las emociones siempre juegan su papel. Muchos de nuestros jugadores han disputado partidos grandes y podemos mantener la calma en situaciones de dificultad porque sabemos que podemos vencer a todos. Incluso cuando no estamos ganando podemos cambiar el partido".  

De ahí que el Madrid afronte el todo o nada de hoy en Kiev (20.45) con una tranquilidad sorprendente. Y eso que está en juego toda la temporada. Esta vez cuesta encontrar matices en la valoración del curso.

Si el Madrid gana hoy al Liverpool logrará la decimotercera Copa de Europa de su historia, la tercera seguida, y será un éxito. Si pierde firmará una temporada en blanco con algunos capítulos sonrojantes como la distancia liguera con el Barça (17 puntos) o la eliminación copera ante el Leganés en octavos.

Lo que se juega el Madrid

El Madrid se juega mucho. Muchísimo. Ser cabeza de serie en el bombo 1 de la próxima Champions. 4,5 millones por ganar. O ser el primero en conseguir tres seguidas en el nuevo formado. Pero sobre todo se juega la nota de esta temporada y la posibilidad de minimizar el valor del doblete en el relato blanco

Para lograrlo contará con un entrenador con ángel (Zidane ha ganado las siete finales que ha disputado como entrenador del Madrid) y un Cristiano recuperado y con ganas de dejar su marca.

"No se pone nervioso ni siquiera en los momentos malos. Hay jugadores a los que les puede la presión, él no es uno de ellos", dice el técnico francés de CR7, que suma 44 goles en 43 partidos esta temporada. 15 en la Champions, donde solo se quedó sin marcar en los dos partidos de semifinales ante el Bayern. 

"Sería la hostia si ganara la quinta", avisa el portugués. Enfrente tendrá al Liverpool de Klopp y de Salah. Un equipo enérgico, anárquico, puro heavy metal como su entrenador.

Hay en el mundo del fútbol pocos entrenadores con tanto carisma como el alemán. "I'm the normal one", dijo hace tres años cuando le recordaron que Mou se hacía llamar the special one. Pero Klopp es un tipo especial.

Un motivador único y un entrenador capaz de dar una marcha más a sus equipos. Este Liverpool desata una tormenta cuando ataca. Pocos equipos acumulan tantos jugadores por delante del balón. Y cuando eso ocurre, Salah es puro veneno.

El egipcio ha explotado esta temporada (44 goles en 51 partidos; diez en la Champions, 32 en la Premier) y es un jugador temible con espacios.Un talento puro capaz de romper al rival en el uno contra uno, asistiendo o definiendo con a precisión de los grandes. 

Klopp no ha tenido mucha suerte de momento en las finales (afronta la tercera continental con un balance de dos derrotas previas), pero airea los puntos flacos del Madrid. "Todos lo han visto y parece obvio. Marcelo es un gran jugador ofensivo... pero no defiende"

El alemán tiene claro quién tendrán delante esta noche. "Tú tienes una oportunidad contra ellos y ni se inmutan. No les afecta. ¿Les has visto aunque sea una vez entrar en pánico porque alguien les ha hecho una ocasión? Son hielo". Para el Madrid será una vez más, cara o cruz.