Cristiano Ronaldo, sentenciado en el Real Madrid

"Los ojos de Florentino Pérez parecen estos días los del Tío Gilito", dicen quienes le han visto últimamente y quienes conocen su manera de funcionar. El presidente del Madrid está maquinando la planificación para la próxima temporada y se encuentra con un sinfín de posibilidades encima de la mesa. Son decisiones que afectan del primero (Carlo Ancelotti) al último del vestuario. Florentino Pérez está en fase de consultas -tiene dos meses de margen para decidir- pero está convencido de que este verano será muy caliente porque el equipo lo necesita y, a la vez, para quedarse tranquilo en el caso de que la FIFA decida finalmente sancionar al club blanco igual que lo ha hecho con el Barcelona. Florentino quiere estar cubierto y para ello piensa en un equipo a largo plazo. Y hay dos decisiones que imperan por encima del resto: la continuidad de Ancelotti y la de Cristiano Ronaldo.

El futuro del entrenador dependerá de los resultados. Ser el actual campeón de la Champions y del Mundial de Clubs no son garantía suficiente para asegurar su continuidad. En el club le achacan falta de mano dura para seguir motivando a un equipo que ya ha tocado el cielo. Tras el éxito en Marruecos, Ancelotti no está siendo capaz de activar mentalmente al equipo, una dejadez que puede acabar costándole el puesto.

La continuidad de Cristiano Ronaldo tampoco está asegurada. De hecho, el portugués ya está sentenciado y si no es traspasado el próximo verano, lo será un año después. Cristiano renovó hasta el 2018, cuando tendrá 34 años. Florentino Pérez tiene argumentos suficientes para tomar una decisión de estas características. Vayamos por partes:

1) Edad. A sus 30 años, Cristiano ya ha pasado por el mejor momento de su carrera y todo lo que pueda llegar a partir de ahora ya será menos de lo que fue. Este es el pensamiento de Florentino para contemplar la otra opción.

2) Lesiones. Gente próxima al vestuario asegura que el club es consciente de que el jugador portugués tiene graves problemas con las lesiones, de carácter crónico, que le obligan a jugar con dolor. La previsión es que estas molestias vayan a más hasta el punto de limitar sus actuaciones.

3) Cartel. Florentino sabe que el valor de mercado de Cristiano va en descenso pero este aún es un buen momento para ser vendido por su cartel de actual Balón de Oro y por tratarse de una de las dos grandes estrellas mundiales que tiene el fútbol. En definitiva, Cristiano se encuentra en una cuesta descendente y Florentino tiene argumentos de sobra para traspasarle.

Sin embargo, en el otro lado de la balanza está el poder comercial que aún arrastra el jugador y la ascendencia que todavía tiene en el equipo. Los mandatarios del Madrid consideran que este aspecto es menor porque la marcha de Cristiano tendría solución. Florentino está dispuesto a dar todo el protagonismo a Gareth Bale en el caso de que finalmente opte por deshacerse de Cristiano. El galés, a sus 25 años, tiene mucho recorrido y el presidente madridista considera que puede ocupar el espacio del portugués, tanto en el campo como a nivel comercial. La convivencia de Cristiano y Bale no es buena y el galés pidió hace varios meses su salida del Bernabéu ante la poca sintonía con la estrella portuguesa y su falta de adaptación a Madrid. Sin embargo, Florentino fue contundente ante esta posibilidad: Bale no está en venta. El mandatario ve en Bale el heredero de Cristiano Ronaldo.