Cristiano Ronaldo, crispado por su sueldo

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Cristiano Ronaldo se caracteriza por querer ser el primero en todo. El mejor. Se esfuerza como nadie. Se cuida. Se priva de caprichos. Se machaca sin parar. Come, duerme y respira como un monje para rendir al 120%. Los resultados los vuelca en el campo. Luce en el arte del gol, aunque su fútbol sea ramplón y su esfuerzo conservador. Solo gol, gol y gol. En eso no tiene rival. Los registros le avalan.

Sin embargo, algo le tiene crispado. El dinero. No soporta ver que sus ingresos anuales son inferiores al de los grandes jugadores con los que compite. El demonio le domina cuando se compara con ellos. Se revuelve y amenaza, chantajea, entristece y patalea por lo que considera una injusticia. Y quizá lo sea. Él sabrá. Pero no hace amigos por muchas palmadas que reciba en la espalda.

LEJOS DE MEJORAR, EMPEORA

"Fue bonito estar en el Real Madrid", dijo tras ganar la última Champions. El motivo es que gana menos que Messi y Neymar. Él está convencido que es mejor que ellos y por eso quiere ganar como el mejor. Está en su derecho. Pero Florentino Pérez no piensa lo mismo. Le llevan los diablos saber que Messi gana 70 millones brutos anuales y que Neymar llega a los 50 frente a los casi 44 que cobra él.

Eso le amarga la existencia. Hace que muestre su cara más ególatra defendiendo lo que él cree justo. Pero la Ley de Murphy suele funcionar en situaciones así, y lejos de conseguir igualarse a sus dos principales competidores aparece un tercero que le manda al cuarto cajón. Griezmann. El francés ha arrancado al At. Madrid un sueldo bruto por detrás de Neymar y por delante del suyo.

En lo único que supera a los tres jugadores mejor pagados del planeta es tener la cláusula de rescisión más cara pese a ganar menos. Mil millones frente a los 700 de Messi y los 200 de Griezmann. Neymar no tiene. Y eso da ventaja al PSG, aunque no asegure nada. Sobre todo, si el jugador se quiere ir.