Chelsea y Sevilla, otras dos finales para el Madrid en cuatro días

Se juega en Stamford Bridge llegar a la final de la Champions y en el Di Stéfano apuntalar sus opciones ligueras

Lleva dos meses sin perder, 19 partidos, pese a la plaga de lesiones que ha ido superando sin mirar atrás

Zidane rodeado de sus jugadores

Zidane rodeado de sus jugadores / EFE

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Fue Zidane el que dijo hace dos meses que cada partido que tenían por delante iba a ser una final. Entonces andaba a la caza del At. Madrid y por delante del Barça y sigue en el mismo sitio, pero con los rojiblancos a tres tras estar a 8 por delante y con un partido menos de los atléticos. “Dejad pelear a los que ganaron la Liga el año pasado. No hace diez años, el año pasado”, decía el francés enfadado en su reaparición tras superar el coronavirus y tras sufrir la última derrota en la Liga ante el Levante 

Desde entonces, no han vuelto a perder en los 19 partidos que han disputado y salvando dos semanas letales con tres finales en cada una de ellas: la primera ante el Atalanta, R. Sociedad y At. Madrid y la segunda frente al Liverpool, Barcelona, Liverpool. Llega la tercera con dos encuentros definitivos: este miércoles visita al Chelsea por un puesto en la final de la Champions con la pequeñas desventaja del 1-1 de la ida. Y el domingo recibe al Sevilla, que se ha montado en el furgón de la Liga en una final por el título como la que jugarán el Barça y el At. Madrid en el Nou Camp.

PLAGA DE LESIONES

Se podría pensar que los blancos llegan en desventaja por esa plaga de lesiones que se ceba especialmente en la defensa, pero que ha ido superando sin mirar atrás. Cuando Ramos se lesionó el pesimismo asoló al entorno mediático madridista que desdeñaron a Nacho y Militao para elevar la figura del capitán pidiendo su renovación. Dos meses después y sin el sevillano, los blancos siguen en pie en un tiempo en el que también han faltado Carvajal, Hazard o Valverde por poner tres ejemplos de jugadores necesarios pero no imprescindibles.

Pese a todo, esas ausencias debilitan al equipo porque son jugadores con caché, veteranos en grandes batallas cuyo oficio en partidos de alta tensión es fundamental para sacar adelante los contratiempos. Pero a Zidane le quedan argumentos con Courtois y Benzema, más los arquitectos de su fútbol Kroos y Modric pese a que lleguen cansados, con Casemiro, Vinicius, Militao y Nacho base de la esa resistencia a la que se suma Hazard y a la espera de que Ramos y Mendy ayuden si su físico se lo permite.