El Celta amenaza la racha de Solari

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Complicada visita del Real Madrid a Vigo, un campo en el que sufre en los últimos años y adonde llega con el dato de no ganar a domicilio en Liga desde el 20 de agosto (1-4 en Girona).

Será la prueba más dura de la cuatro que tenía Santiago Solari cuando llegó al banquillo con carácter interino hace 13 días.

El argentino ha cambiado la dinámica del equipo con tres triunfos consecutivos que igualan los conseguidos por su antecesor en 14 partidos.

Le espera un Celta camaleónico, que alterna los buenos con los malos momentos, pero que atesora garra y amor propio como demostró en Sevilla ante el Betis, donde remontó un 2-0 en un espectacular choque que acabó 3-3

Pegada y orden

La llegada de Solari ha dotado al Real Madrid de la pegada que no tuvo con Lopetegui. Ha sido su principal aportación a un bloque que salía preocupado por la posesión y que no atacaba en tromba preocupado por mantener cada cual su posición en el campo.

“El fútbol pertenece a los futbolistas esencialmente”, dice el argentino, que ha liberado de corsés a los jugadores, que empiezan a expresar su talento con libertad, pero con la responsabilidad individual de no perder el orden.

Además, ha sabido mezclar suplentes con titulares, en ocasiones forzado por las lesiones y en otras dejando fuera a titulares que no rinden por su bajo estado de forma. Dos cambios que le han valido para cosechar tres triunfos consecutivos y elevar la moral que andaba por los suelos.

Solari mantendrá la defensa que ha utilizado en los tres partidos, con Odriozola y Reguilón en las bandas, cerrando con Nacho y Ramos.

Podría recuperar a Modric tras no jugar ante el Valladolid y dejar a Ceballos fuera, y a Isco por Lucas Vázquez, por lo que Asensio seguiría purgando su bajo rendimiento. 

Un ataque temible

Iago Aspas y Maxi Gómez son las bazas más peligrosas del equipo de Antonio Mohamed, que está sancionado y seguirá el partido desde la gradaLa mejor pareja de ataque de LaLiga por detrás de la formada por Messi y Luis Suárez.

El técnico argentino confía en los que empataron en Sevilla ante el Betis y en Okay, Brais Méndez y Hjulsager, que han aprovechado las últimas apariciones.

Mohamed está obsesionado con que su equipo finalice las jugadas de ataque, y su idea es jugar en campo del rival aunque asume las dificultades para hacerlo.