Cazorla castiga la apatía del Madrid

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Nada cambia en el Real Madrid, que empezó el año con un aire indolente en Villarreal, víctima de su propia apatía: dejó escapar dos puntos en el estadio de La Cerámica ante un rival entusiasta, pero realmente blando en defensa y que pelea por huir del descenso.

El Madrid pecó de conformista: gobernó el marcador durante más de una hora, entre el minuto 19 y el 81, pero cuando quiso reaccionar, se quedó sin tiempo. La falta de grandeza volvió a condenar al Madrid, tras una segunda parte incomprensible por parte del equipo blanco, que no supo rematar a un rival herido. 

El partido comenzó frenético, con un Villarreal especialmente enchufado en los primeros compases: el equipo amarillo tuvo la primera ocasión del partido en un disparo a bocarro de Samu Chukwueze, el más activo de los delanteros del Villarreal, cuyo remate se estrelló en Coutois.

No tardó mucho el Villarreal en ponerse por delante, gracias nuevamente a una progresión del delantero nigeriano, que leyó a la perfección el desmarque de Cazorla por la banda izquierda del ataque 'groguet'. El jugador asturiano golpeó el balón con el pie derecho, en una rosca maravillosa, lejos del alcance de Courtois.

un cuarto de hora frenético

Era el tercer minuto de partido: quedaba un mundo por delante y el Madrid supo reaccionar a tiempo. Lo hizo apenas tres minutos después, cuando Lucas Vázquez puso un balón desde la banda derecha a la cabeza de Benzema. El francés, solo y sin oposición, remató a gol. Dio la sensación de que Sergio Asenjo pudo hacer algo más.

El gol del delantero francés dio alas al Madrid y mermó los ánimos del Villarreal: el equipo local sufrió un enorme bajón anímico que permitió al Madrid empezar a gobernar el partido.

Con el Villarreal más tímido que de costumbre y más nervioso de lo habitual, el Madrid supo aprovecharse de la situación: volvió a sacar tajada del balón parado, con una falta lateral botada por Kroos y bien rematada por Varane. El balón acabó en la red de Asenjo, que reaccionó tarde al remate del central francés

En menos de un cuarto de hora, el Madrid fue capaz de darle la vuelta al marcador. Demasiado peso para un Villarreal repleto de buenas intenciones y de grandes nombres, pero falto de picante en ataque (apenas hubo noticias de Gerard Moreno) y de contundencia en la línea defensiva (Layún fue un flan durante casi todo el partido).

Bale, nuevamente lesionado

Gareth Bale, nuevamente lesionado, dejó su sitio en el equipo a Isco en el tiempo de descanso. Pero al malagueño le costó meterse en el partido porque en la reanudación, el Villarreal intentó dar un paso adelante.

Luis García, técnico del Villarreal, apostó por la pólvora de Ekambi mediada la segunda parte: Solari respondió con una declaración de intenciones, renunciando a Modric para dar entrada a Fede Valverde, un jugador de trabajo y contención. 

Sin embargo, el Madrid pudo sentenciar poco después, cuando Lucas Vázquez se plantó solo ante Sergio Asenjo: pecó de individualista el gallego, que se la jugó en solitario pese a tener solo, a su izquierda, a Benzema. Marcelo también se acercó al gol en una de sus aproximaciones al área rival. 

bacca y ekambi como revulsivos

El Villarreal se la jugó con Bacca, sustituto de un gris Gerard Moreno. Tuvo el balón el equipo amarillo mientras el Madrid se limitaba a defender encerrado en su propio campo. 

En los últimos minutos del partido, el Madrid se acomodó. Los de Solari parecían cómodos jugando al 'tran-tran', confiados en que el 1-2 sería suficiente.

cazorla, de cabeza

Pero el Villarreal aprovechó uno de sus últimos latigazos para retratar la dejadez del Madrid. Fornals progresó por la banda izquierda para colocar un balón impecable a Cazorla. En el segundo palo y libre de marca, el asturiano remató de cabeza entre las piernas de Courtois. Marcelo, encargado de tapar a Cazorla, sufrió su enésimo despiste del partido. 

El último arreón del Madrid llegó tarde y mal: Solari sacrificó a Kroos para dar entrada a Vinicius, pero el cambio llegó demasiado tarde. Como en tantos otros partidos, cuando quiso reaccionar, al Madrid se le hizo tarde. Los de Solari dejaron escapar una victoria que daban por hecha