La carta escondida de Florentino

Santiago Solari no se sentará en el banquillo del Real Madrid la próxima temporada. Florentino Pérez, que es el que manda, así lo ha decidido y lo que Florentino Pérez decide es ley en el Bernabéu. Ni siquiera un nuevo milagro en la Champions en el que nadie cree este año le hará variar de opinión. Las dos derrotas ante el Barça en casa y sin marcar un solo gol le han sentenciado.  

La silla del argentino, con contrato hasta el 30 de junio de 2021, se mueve y solo falta encontrar al sustituto que le dé una patada para que su actual inquilino caiga de ella. En eso está el máximo mandatario blanco, que valora nombres, sopesa opciones y acaricia el lomo del gato mientras deshoja, con la otra mano, una margarita. Los favoritos son Pochettino, Low y Allegri, pero los tres tienen contrato y, de hecho, Florentino intentó que uno de ellos dirigiera al Real Madrid el pasado verano. No hubo manera, pero el presidente madridista no es de los que acepta un no por respuesta. Volverá a la carga.

Y, sin embargo, para no cometer los mismos errores que viene cometiendo últimamente en lo que al inquilino del banquillo blanco se refiere, ya ha diseñado un plan B con el que estar preparado para todo. El hombre es Raúl González Blanco, una persona que encarna todo aquello que la afición valora. Con un expediente como futbolista inmaculado, el hoy entrenador del Juvenil B es un mito del club al que se le ha colocado una alfombra roja cuyo final le lleva al Bernabéu. 

Florentino aprovechó unas declaraciones poco afortunadas de Álvaro Benito para cesarle de forma fulminante como técnico del Juvenil B. Fue la excusa perfecta para dar un empujoncito a Raúl, que ha ascendido dos peldaños de golpe desde el Cadete B al Juvenil B, donde ha sido recibido por padres y familiares de los futbolistas con alegría. Tan cierto es que en su debut (1-4 en Leganés) hubo quejas por el cese de Benito, muy valorado en el entorno del Juvenil B, como que gustó el recambio. Tanto que en el Anexo de Butarque se oyeron comentarios como "será el futuro entrenador del Real Madrid" o "es el sustituto de Zidane". Existe consenso a su alrededor en lo que a su figura representa, algo así como la eterna búsqueda de lo que significó Guardiola para el Barça.

Hay quien aún le ve verde y considera que, antes, debería dirigir al Real Madrid Castilla para seguir formándose antes de dar el salto. Pero la única opinión válida en Chamartín es la de Florentino Pérez. Y será él quien diga si Raúl González Blanco está preparado o no para dirigir a la primera plantilla blanca. Es la carta escondida del presidente y su uso dependerá de que su pulgar señale el cielo.