Benzema vs Vinicius, más fallos que chispazos

Los goles de Vinicius y Benzema dieron el triunfo del Real Madrid en su visita al exilio del Levante en Villarreal por las obras de su estadio. Un triunfo que pone a los blancos primeros en la tabla pero que esconde un sufrimiento excesivo por los fallos garrafales de sus dos delanteros ante la portería rival. Una constante que delata los graves problemas goleadores que arrastra el equipo de Zidane desde la salida de Cristiano Ronaldo.  

La estética del juego que despliegan esconde errores descomunales en la finalización. Ante el Levante fallaron ocasiones de principiantes, errores de bulto que desesperan a una afición cansada de tanto sufrimiento por culpa de fallos incomprensibles. Karim falla más que acierta. Lo encubre con su clase y su juego por fuera, pero lleva el 9 a la espalda y su función es finalizar las ocasiones que fabrican sus compañeros. Si marcó 27 goles el curso pasado fue porque tuvo oportunidades de marcar 50 con un margen de error de otros 10 en los 48 partidos que jugó. Ayer marcó su gol 250 con la camiseta blanca en 517 partidos, 0,41 por partido. 

VINICIUS, PROTOTIPO DE ‘MEME’ FALLANDO GOLES

No es de extrañar que Zidane tenga dolores de cabeza por la falta de acierto de sus delanteros. Los fallos de Vinicius no extrañan a nadie, es un ‘meme’ permanente en esta faceta. Pero mejora con los partidos y endereza esa mala imagen con goles salvadores aunque los combine con fallos increíbles que nadie se explica. Con un poco de puntería de los dos, de Vinicius y de Benzema, el Madrid sería más solvente y no sufriría ni la mitad.  

El brasileño ha empezado el curso siendo el recurso goleador inesperado del equipo. Dos aciertos suyos le han valido a su equipo dos triunfos ante el Valladolid y el Levante. Seis puntos de oro de los 12 disputados que le sirven para provocar un clamor general exigiendo su titularidad. Zidane no acaba de confiar en él, pero con Hazard en la enfermería no le queda otra que utilizarlo. Lo contrario que le sucede con Benzema, al que pone siempre y sin probar a sentarlo de vez en cuando para poner un 9 de verdad.