REAL MADRID

Bellingham, el líder que buscaba el Madrid

El inglés asume galones pese a su juventud, 21 años, para ser el referente del equipo y ayudar a sus compañeros en cualquier circunstancias

Atalanta - Real Madrid: El gol de Bellingham

¡Bellingham sigue imparable! / Champions

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Desde que Sergio Ramos se fue, el Real Madrid buscaba líder en el campo y fuera de él. Carvajal es el que más se ha acercado a esa exigencia, pero su posición no le facilitaba esa opción pese a ser un futbolista impecable en sus labores. El equipo blanco ha encontrado en Jude Bellingham ese perfil de jugador total ya sea dentro o fuera del campo, ese futbolista que predica con el ejemplo y que tira de cada compañero en los momentos difíciles.

En las en las buenas y en las malas

Bellingham es un jugador diferencial, capaz de ocupar cualquier posición y hacerlo bien. El inglés ha tenido problemas esta temporada para encontrar su mejor versión futbolística, pero no para ser el compañero perfecto en las alegrías y las tristezas, en los momentos buenos y en los malos. Es ese camarada que te llama al orden en los despistes y que te ayuda a levantarte en la depresión.

El inglés asume galones pese a su juventud, 21 años. Tiene personalidad y carisma con el balón en los pies y le da lo mismo ser central que delantero centro mientras le responda el físico. Ancelotti tiene que pararle en muchas ocasiones y sentarlo en el banquillo. Su capacidad de recuperación hace que corra en cualquier dirección del campo y se exponga a una lesión, porque si por él fuera remataría el córner que ha tirado.

Espacio a Mbappé

Esta temporada le ha costado encontrar su sitio en el equipo con la llegada de Mbappé. Ancelotti le obligó a dar un paso atrás para dejar más espacio al francés, lo que no impidió que se vaciase en cada partido aunque no luciese marcando goles. El italiano ha acabado comprendiendo que donde hace daño su fútbol es sumándose al ataque, y le ha devuelto a la posición de mediapunta en la que sorprendió el año pasado.

Un jugador que lucha cada balón, que juega para los demás. Alimenta al colectivo desde su capacidad individual, con una calidad enorme y al que no le duelen prendas cuando falla, porque no siempre rinde como lo está haciendo en los últimos partidos. Un futbolista total al que todavía le queda mucho por crecer, pero que ya es el líder que buscaba el equipo blanco desde hace tiempo y que apunta a ser su referente por muchos años.