REAL MADRID

A Bellingham le pudo la rabia: su reacción al pasillo del Barça y otro "fuck off"

El inglés hizo un partidazo sobre el césped, pero su frustración le llevó a hacer gestos que han sido muy criticados y a cargar contra el árbitro, que terminó expulsándole

El Barça levantó su Copa número 32

RFEF

Christian Blasco

Christian Blasco

Jude Bellingham firmó una actuación titánica sobre el césped de La Cartuja. El inglés fue el mejor jugador de los blancos, sosteniendo al equipo en sus peores momentos y brillando cuando los de Ancelotti se levantaron en la segunda parte.

A pesar de su buen partido, el centrocampista volvió a dejar constancia de su otra cara, esa que le ha llevado a tener conflictos en varios partidos tanto con rivales como con los árbitros.

Ya desde el inicio del encuentro, Bellingham no cesó en sus protestas a De Burgos Bengoetxea, a pesar de que el colegiado no tuvo influencia de ningún tipo en el partido del Real Madrid.

No fueron charlas con el colegiado cuestionando sus decisiones, sino protestas airadas. Entre ellas, un nuevo grito de "fuck off" dirigido al árbitro del partido. Una acción que ya le costó la expulsión y una sanción en Liga esta temporada ante Osasuna y que podría haber vuelto a dejarle fuera de lo que quedaba de final.

En el túnel de vestuarios continuaron sus protestas, mientras Rüdiger, que también terminaría perdiendo los papeles, le advertía con un: "Jude, te pueden entender".

"Todo va para ellos. Todo lo que es 50/50 va para su lado", insistió Bellingham. Todo ello mientras Francesco Mauri, miembro del cuerpo técnico de Ancelotti, tenía que mediar para intentar que no hubiera consecuencias. "Yo le he dicho que no chille, que no chille a nadie", le explicaba a De Burgos Bengoetxea.

Con el pitido final, el inglés no pudo contener su rabia y se lanzó a por el colegiado, teniendo que ser sujetado por varios miembros del Real Madrid y siendo expulsado con tarjeta roja directa. El árbitro lo reflejo en el acta e hizo hincapié en la "actitud agresiva" del futbolista del equipo blanco.

El gesto más polémico llegaría unos minutos después. El Barça tomó la decisión de hacer un pasillo a los jugadores del Madrid cuando se dirigían a recoger su medalla. Todos los futbolistas del equipo de Ancelotti agradecieron el gesto y le dieron la mano a los jugadores del equipo de Flick, todos excepto Bellingham.

El inglés, cabizbajo y con una frustración evidente por la derrota, seguía dándole vueltas al partido y simplemente pasó por allí con total indiferencia. Su actitud no ha pasado desapercibida en redes sociales, donde ha recibido críticas hablando de él como un jugador poco deportivo.