Bale, el suplente millonario

Decía Jonathan Barnett, agente de Bale, que “Gareth es feliz en Madrid” pese a ser el jugador más pitado por el Santiago Bernabéu en los últimos años. Ahora lo será más, porque ya ni le pitan ni le incomodan, porque el galés ha pasado de jugar regularmente al banquillo para ser el suplente millonario del Real Madrid. Zidane ha dejado de contar con él pese a sus intentos de recuperarlo, pero su rendimiento ha caído tanto que ha dejado de ser titular desde que comenzó 2020.

Zidane ha pasado por alto todas las polémicas que han rodeado al galés para explotar su potencial en beneficio del equipo. Ha ido contra corriente pasando de las críticas para intentar recuperarlo pese a la oposición del madridismo e incluso los ataques sin compasión de Barnett hacia él. “Zidane es una vergüenza, no muestra respeto por un jugador que ha hecho tanto por el Real Madrid”, dijo en julio pasado, pero el francés hizo oídos sordos ya ha defendido al jugador toda la temporada para darle más oportunidades de las esperadas.

LA CUESTA ABAJO EN 2020

Es cierto que en el arranque de temporada mostró compromiso táctico y se ganó los minutos, pero ha ido a menos y con el nuevo año su participación ha sido residual. Las lesiones han vuelto a frenar su continuidad, como en cada temporada, al perderse 13 partidos repartidos entre las dos lesiones que ha sufrido. El galés sólo ha jugado esta temporada en 33,8% de los minutos posibles esta temporada. Es el jugador con el mejor sueldo de la plantilla, 17 millones netos por temporada, y sigue siendo el fichaje más caro en la historia del club, 101 millones en el verano del 2013.

Su efectividad se reduce a tres goles, dos en la Liga y uno en la Copa, uno cada 385 minutos o cada 4,2 partidos. En 2020 el Madrid ha jugado 14 partidos en los que fue titular en tres y en seis estuvo lesionado. Los otros cinco, ha sido suplente. Zidane lo ha borrado del equipo por sus bajas prestaciones. Estuvo en el banquillo ante el City y el Barça en los dos partidos grandes que han jugado los blancos en la última semana. Ante los ingleses jugó unos minutos en un intento de Zidane para que fuera el revulsivo, pero el verdadero revulsivo fue Sterling en el City, que volvió a dejar en evidencia la nula aportación del galés a su equipo.