Bale saca de quicio a la afición del Real Madrid

La afición del Santiago Bernabéu ha dicho basta. El delantero galés Gareth Bale ha acabado con la paciencia del público madridista, harto de su indolencia y su falta de compromiso, especialmente cuando se trata de defender. Su bajón es evidente y la reacción del Bernabéu no dejó margen para la interpretación: le dedicó una sonora pitada que no pareció despertarle de su letargo.

El partido del pasado domingo frente al Alavés sirvió para confirmar que el extremo galés no es el mismo con el Real Madrid que con su selección. Durante los 90 minutos no le salió nada y sólo fue protagonista en la jugada del 3-0 al estrellar un lanzamiento de falta en el larguero, rechace que aprovechó Nacho para batir a Pacheco.

apático y egoísta

Bale volvió a completar un partido lamentable. Se mostró apático a la hora defender, y egoísta y fallón en ataque. Ni siquiera se implicó en las labores defensivas cuando su técnico, Zinedine Zidane, le colocó de interior cuando el Real Madrid estaba atravesando su peor momento y se intuía que el Alavés podía empatar. A lo largo del partido el galés llegó a perder dieciséis balones. Una barbaridad para un jugador de su nivel.

La afición madridista detectó su falta de compromiso y se lo recriminó en cuanto tuvo la ocasión. Pese a todo, Zidane le protegió y no le sustituyó. En Madrid empiezan a surgir voces que reclaman su pase al banquillo. Bale está muy lejos de aquel jugador que aspiraba al Balón de Oro y a destronar al portugués Cristiano Ronaldo del podio del madridismo. En su cuarta temporada en el Bernabéu, el fichaje más caro de la historia del club madridista sigue sin demostrar que vale los 100 millones que se pagaron por él, para desesperación de Florentino Pérez. El presidente madridista tuvo que recurrir al galés deprisa y corriendo tras ver cómo Neymar le daba calabazas y se comprometía con el FC Barcelona.