Bale y Mariano no quieren irse

Bale y Mariano no quieren irse

Bale y Mariano no quieren irse / AFP

Alejandro Alcázar

Gareth Bale y Mariano Díaz se han convertido en un problema que se ha enquistado en el Real Madrid. Dos jugadores a los que Zidane quiso traspasar la temporada pasada, pero ambos se negaron a irse. La esperanza del técnico francés es que se fueran este verano después de dejar claro que no cuenta con ellos, pero ambos se mantienen en la misma tesitura y se niegan a marcharse. Se agarran a sus millonarios contratos y a que no hay equipos interesados en sus fichajes por las altas fichas que tienen.

Bale costó 101 millones de euros y tiene contrato hasta el 2022 y Mariano, 21,5 hasta el 2023. Una inversión de 122,5 millones que anualmente llega a los 19 millones netos de salarios: el galés percibe 15 millones netos y el canterano, 4. Eso le supone al club un desembolso de más de 30 millones brutos por temporada que no rentabiliza en el campo. Por el contrario, en el club respiran con James Rodríguez, que busca destino, porque si el colombiano se sumase a sus compañeros, el derroche sería aún mayor. James gana 6 millones de euros netos y costó 80.

BALE PROTAGONISTA FUERA DEL CAMPO

En el Real Madrid viven su segundo años de la ‘marmota’ con ambos jugadores. El caso de Bale se ha agudizado más, porque además de no rendir sobre el campo, lo que llevó a Zidane a no contar con él, ha sido más protagonista por sus actuaciones extradeportivas que por sus goles. La famosa pancarta ‘Gales, Golf, Madrid’, sus fugas antes del final de los partidos, su actitud pasota en la grada o negarse a jugar el último partido de Liga ante el Leganés para aprovechar el día jugando al golf, han indignado al Madrid y al madridismo.

Mariano es un caso diferente. Sus contantes problemas en la espalda le han impedido tener continuidad para competir con Jovic. Apenas ha jugado 93 minutos en toda la temporada, pero sigue empeñado en triunfar en el Real Madrid pese a no tener apenas oportunidades de hacerlo. Como Bale, nadie está dispuesto a soportar un salario de cuatro millones de euros por un jugador sin currículo, con problemas físicos y pagar un traspaso.