Bale censura los pitos del Bernabéu

Bale ya se entrena con sus compañeros

 El Real Madrid ha entrenado con la mirada puesta en la Copa del Rey / Perform

Sport.es

Gareth Bale ha repasado su trayectoria en el Real Madrid en una entrevista en el podcast de gol de Erik Anders Lang. Lo ha hecho de manera distentida, como pocas veces se le ha visto durante las siete temporadas que lleva defendiendo la camiseta blanca. Y no ha tenido ningún inconveniente en hacer públicas sus desaveniencias con la prensa y la afición.

El delantero galés considera que en el Real Madrid no se le trata con justicia y no se valora todo lo que ha aportado en los éxitos recientes del club, especialmente en las cuatro Champions League conquistadas, donde su concurso ha sido amenudo decisivo.

Día a día se van conociendo detalles de esta entrevista. El martes trascendió que Bale no entendía las críticas por su afición al golf. Este miércoles sus quejas han ido al trato que recibe de la grada del Santiago Bernabéu, donde los pitos arrecian cada vez con más frecuencia para castigar lo que la afición blanca considera una actitud de desidia del futbolista.

A Bale, que ni siquiera ha aprendido castellano en estos siete años como madridista, se le acusa de no tener al Real Madrid entre sus prioridades. Y eso se ha transformado en una relación de desamor entre el jugador y la hinchada.

El internacional galés ha querido dejar claro que la actitud que toma la afición con él solo hace que empeorar las cosas: "Los pitos te hacen sentir peor, pierdes tu confianza. Cuando fallas una ocasión de gol y te silban, la portería se te hace mas pequeña. He tenido a 80.000 personas silbándome en el Bernabéu y te preguntas: ¿Cómo?"

El galés prosigue: "No es algo bueno. La primera vez me pregunté: ¿Qué es esto?". Y ante la pregunta del entrevistador de los motivos por los que la afición actua de esta manera, Bale responde: "Esa es la gran pregunta. Debería tratar de ayudarte para hacerlo mejor y que así ellos estuvieran felices, pero es lo contrario. Te pitan y te sientes peor, pierdes tu confianza y juegas peor, y entonces la afición se enfada aún más".

La relación con la grada parece irreversible y el galés tampoco cuenta con el favor del técnico, Zinedine Zidane. De ahí que los dos últimos mercados de fichaje el Real Madrid haya intentado colocar al futbolista. La operación no es sencilla, porque Bale tiene firmados aún dos años de contrato y no está dispuesto a renunciar a su alta ficha.