Asensio y Vinicius, otra vez retratados

Decepcionante el partido del Real Madrid ante el PSG en ataque. Ni un disparo entre palos en noventa minutos que confirma la sequía de un equipo que ha marcado un gol en 360 minutos de juego. Cuatro partidos decepcionantes en ataque coincidiendo con la baja de Benzema, que forzó para jugar en París, pero su presencia no aportó nada al jugar condicionado tras salir de una lesión. Los que volvieron a defraudar fueron Vinicius y Asensio que fueron invisibles ante la defensa parisina.

El brasileño se ha apagado en los últimos partidos. No tener a Benzema a su lado ha condicionado su juego al perder al mejor socio que ha tenido esta temporada. En la Copa se diluyó en Bilbao, no jugó contra el Granada por sanción y el Villarreal le paró con un marcaje férreo y a golpes (Albiol y Parejo) que le desquiciaron para descentrarle y ser menos decisivo. Vinicius se ha apagado y ha dejado de ser el recurso útil en ataque, el complemento idóneo de Benzema.

VINI, SEIS PARTIDOS SIN MARCAR

La sequía de Vinicius se alarga. No marca desde la semifinal de la Supercopa de España ante el Barcelona. Ha jugado seis partidos desde entonces, 530 minutos sin ver portería. En ese tiempo han tenido que salir al rescate del equipo con goles Valverde, Modric (2), Isco, Hazard y Militao, además de Asensio y Benzema (2). El brasileño ha vuelto a parecerse al de temporadas pasadas, errático en la finalización y en el último pase, aunque sigue teniendo esa magia en el regate que tumba a sus marcadores.

Asensio parecía haber dado un paso al frente, pero se empeña en ser un jugador frío que se desconecta con demasiada facilidad del juego. Ha vuelto a demostrar que es un delantero de partidos y que esta temporada vive de sus goles pero que sigue faltando a la cita del fútbol. Fue el héroe en el triunfo contra el Granada marcando el gol del triunfo (el único del Madrid en cuatro partidos) pese a necesitar ocho disparos. Un partido que le dio la titularidad ante el Villarreal y el PSG, en los que no respondió para volver a ese punto de partido y dar la razón a los que dicen que vive exclusivamente de sus golazos.