El Arsenal, salida para Isco

Isco busca una salida en el Real Madrid

Isco busca una salida en el Real Madrid / EFE

Alejandro Alcázar

La situación de Isco en el Real Madrid se ha estancado. Mucho tiene que mejor su fútbol para volver a convencer al madridismo de que sigue siendo un jugador útil para su equipo. Al malagueño parece que se le ha parado el reloj, no anda y eso impide que Zidane le pueda darle la continuidad que necesita para volver a ser el mago que dejaba ensimismados a todos. Él empieza a tener muy claro que necesita salir para recuperar las sensaciones, pero no tiene ninguna oferta sobre la mesa.

El malagueño ha heredado el rol que arrastraba Bale en las últimas temporadas. Haga lo que haga va a ser foco de análisis que van a comparar su estado de forma con aquel jugador ágil, rápido y creativo que se ganó la titularidad pese a la enorme competencia que tenía. Le está costando un mundo recuperarse de su propia dejadez, de ese abandono físico de las dos últimas temporadas que le ha relegado a un segundo plano.

POSIBLES DESTINOS

Muchos equipos le siguen, pero su bajo rendimiento frena que se lance a por su fichaje. La Juventus, Sevilla, Milan o Everton le siguen, entre otros, pero sin dar un paso adelante. Otro equipo que se suma a ese interés es el Arsenal, que atraviesa una profunda crisis de la que necesita salir. Podría lanzarse a por el malagueño en busca del revulsivo que despierte a un equipo a la baja. Pero tendría un competidor, el francés Aouar, otro jugador que también está en la agenda de Zidane.

Isco tiene decidido irse en enero si sale un equipo en el que pueda tener continuidad. El Real Madrid no lo va a regalar, necesita ingresos para reforzar el equipo. Tiene contrato hasta el 2022 y una ficha que también complica su fichaje, percibe 6,7 millones de euros netos por temporada. Su situación es complicada, y aunque Zidane diga que le quiere mucho, que no se olvida de lo que le ha dado, el Madrid no puede esperar a nadie ni dar oportunidades ni continuidad a jugadores que no están a la altura, porque cada partido es una final a la que solo pueden estar invitados los mejores.