Ancelotti saca el látigo

Ya no es ‘papá Carletto’ como en su primera etapa, ahora impone compromiso y disciplina y el que no cumpla no juega

Castiga a los jugadores que no trabajan como él exige y le da lo mismo que sean galácticos o determinantes

Ancelotti quiere compromiso de todos sus jugadores

Ancelotti quiere compromiso de todos sus jugadores / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Cuando Florentino Pérez despidió a Ancelotti en su primera etapa, el italiano dejó un vestuario entregado al buen trato que dio a todos sus inquilinos. Se fue como ‘papá Carletto’, como le tildaron los futbolistas, pero quizá fue aquello lo que hizo que no ganaran nada aquel año y que el club prescindiera de sus servicios pese a quedarle otro año de contrato. Cuando volvió el pasado verano sobrevoló aquel sabor de boca dulce que dejó, pero a medida que han pasado los meses se ha visto un cambio hacia los jugadores que no cumplen con sus exigencias y disciplina en el día a día.

A Ancelotti le da lo mismo que sean o no más determinantes que otros, que hayan costado 20 euros o 116 millones, que los castiga si no se entrenan con entrega plena. Decisiones que algunos creen que van contra los intereses del equipo como viene sucediendo con Hazard en los últimos meses. El belga está cumpliendo cada vez que juega, demuestra que tiene ganas, corre, regatea y aporta algo diferente al juego de ataque, pero el italiano le ha puesto la cruz y le fustiga con el látigo desde su pedestal en las comparecencias públicas.

DIFÍCIL ES DEJAR FUERA A UN JUGADOR PROFESIONAL Y SERIO

Lo más difícil no es dejar en el banquillo a un jugador de 100 millones, es hacerlo con un jugador profesional y serio”, dijo cuando le preguntaron si le costaba dejar a Hazard en el banquillo. Pero el belga no es el único. Bale, Jovic y Ceballos están en la misma situación. A Ancelotti no le debe gustar como se entrenan y prescinde de ellos los necesite o no. Con el galés ya la tuvo en su primera etapa, cuando su agente se quejó a Florentino de que no le ponía en un determinado puesto (por el centro del ataque). El presidente le preguntó que qué pensaba hacer y el italiano le contestó que “nada”.

Ancelotti ha sido monaguillo antes que fraile y sabe perfectamente lo que hay en la cabeza de los jugadores. Ha manejado todo tipo de vestuarios y conoce perfectamente las corrientes que mueve a los jugadores. El italiano ha adoptado una postura olvidándose de la mano blanda de su primera etapa para agarrar el látigo y utilizarlo contra quienes comprueba que les falta compromiso. Por eso Marcelo sigue siendo uno de sus ‘hijos’ y juega cuando Mendy está lesionado. Lo contrario que Bale, Hazard o Jovic con Benzema y Vinicius cuando no pueden jugar.