Ancelotti, retratado en Getafe

Acaba con la buena racha del italiano, que comete los mismos errores que ante el Espanyol, Osasuna, Sheriff o Cádiz

Casemiro le recuerda donde siguen fallando: “Los partidos que hemos perdido han sido jugando con cinco atrás”

Melero mostró amarilla a Ancelotti ante el Getafe

Melero mostró amarilla a Ancelotti ante el Getafe / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Getafe acabó con la buena racha del Madrid de Ancelotti de 15 partidos sin perder, 13 victorias y 2 empates. Muchos recuerdan que el italiano ya vivió un inicio de año así en 2015, con una derrota ante el Valencia que frustraba una racha de 22 partidos sin perder. También recuerdan que el Madrid acabó la temporada en blanco y que el italiano fue despedido. Ese fantasma está lejano, porque entonces el colchón de los blancos era menor en la Liga, cuatro sobre el Barça, y lo acabó perdiendo para que los azulgrana se llevaran el título con dos puntos más que los madridistas.

El Getafe retrató a Ancelotti que volvió a cometer los mismos errores que ante el Espanyol, Osasuna, Sheriff o Cádiz. Dejarse puntos ante rivales inferiores le encoge el pecho que saca por ganar a todos los que juegan su misma Liga. Casemiro, un tipo severo dentro y fuera del campo, le recuerda a su técnico donde están fallando: “Los partidos que hemos perdido han sido jugando con cinco atrás”. El italiano es incapaz de leer entre líneas y su hijo tampoco le ayuda. Tropieza ante rivales que ponen el autobús delante de su portería y es incapaz de encontrar soluciones más allá de poner siempre a los mismos por si cae la breva. Pero no es lo mismo jugar con espacios que sin ellos. Necesita dos planes diferentes que ni prueba.

BENZEMA SE QUEDA SIN SOCIOS

La reincidencia aparece por su falta de maniobrabilidad. Ni recurre a tres defensas ante rivales que se limitan a defenderse, ni a profundizar por las bandas ni a apostar por la habilidad individual como recurso para romper en el uno contra uno. Sin Vinicius, su decisión fue dejar a Hazard en el banquillo con más potencial en el uno contra uno que Asensio, que no se va ni de un cono, y de Rodrygo, que se ahoga con defensas intensos. Ambos tienden a meterse hacia dentro cuando juegan a banda cambiada desaprovechando sus carriles. Son los ayudantes que pone al servicio de Benzema, que encuentra más socios en el centro del campo, Modric, Kroos e incluso Lucas Vázquez, que en ataque.

La consecuencia es lo que pasó en Getafe ante un rival intenso que supo aprovecharse del regalo que le hizo un equipo que seguía celebrando las uvas de fin de año. Ancelotti fue incapaz de enchufar a sus jugadores, de ponerlos en situación, de prever lo que iba a pasar. De que se iban a encontrar con otro rival que iba a poner el autobús. La respuesta del italiano fue reconocer que sus jugadores, y él el primero, seguían de vacaciones. Una lamentable justificación para un equipo que perdió todas las batallas individuales en el campo y con ellas el partido. Algún día intuirá partidos así e igual pone un 9 por delante de Benzema y dos extremos que abran el campo para buscar la espalda del autobús. O igual no.