Ancelotti, en manos de Florentino Pérez

La continuidad de Carlo Ancelotti sigue pendiente pese a quedarle un año de contrato con el Real Madrid. El técnico confía en cumplirlo pese a tener las espaldas cubiertas con esa interesante propuesta de dirigir a Brasil, oferta que no esconde que le ilusiona porque entrenar a la canarinha no es algo que pueda ocurrir todos los días. Pero el italiano se siente a gusto donde está y propugna por continuar “toda la vida” si se dieran las circunstancias. Pero la realidad es otra y la exigencia del Madrid es alta.

El madridismo está encantado con el trabajo del italiano. Un tipo empático, sensato y cuya imagen encaja en la del Real Madrid como su mejor portavoz. Sin embargo, la afición blanca respetará la decisión que tome de Florentino Pérez, cuyo listón es muy alto, o se ganan títulos o cambia al entrenador. Ancelotti ya lo sufrió en su primera etapa pese a ganar la Champions y la Copa en su primer año. En el segundo ganó lo mismo que ha ganado ahora, la Supercopa de Europa y el Mundialito, y el presidente decidió rescindirle el contrato.

LA COPA PUEDE BASTAR

Ganar la Copa del Rey podría valer para que Florentino Pérez decida respetar el contrato que tienen firmado. El Madrid no la gana desde la temporada 2013-14, precisamente bajo el mando del italiano. Desde entonces, ha sumado desilusión tras desilusión, hasta el punto de no llegar a ninguna final. La Champions son palabras mayores, pero de momento están en las semifinales respondiendo por encima de lo esperado tras dejar en el camino al Liverpool y al Chelsea.

Ancelotti tiene a su favor que ha sido una temporada atípica en la que han tenido que hacer frente a un Mundial que se ha llevado a la mayoría de sus jugadores importantes, salvo a Kroos y a un Benzema que ha sido víctima de las lesiones. Enero y febrero fueron malos, perdiendo tres de cuatro Clásicos, aunque lo arregló en el cuarto para meterse en la final de la Copa. A cambio perdió la Supercopa de España y la Liga, el segundo objetivo que cuestionó su labor. Ancelotti ha sabido rectificar a tiempo y se agarra a la benevolencia del presidente para que dé continuidad a su trabajo.