Ancelotti y el Madrid, obligados y necesitados del Mundialito

Las dudas se han instalado en el equipo en la segunda parte del curso, en el que se ha dejado 21 de los 46 puntos frente a los 4 de la primera parte

Se achaca al calendario, al Mundial y a tantos partidos, pero sabían lo que iban a tener que afrontar si seguían vivos en todas las competiciones

Ganar el Mundial de clubes, obligatorio para Ancelotti

Ganar el Mundial de clubes, obligatorio para Ancelotti / Efe

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Real Madrid tiene poco que ganar y mucho que perder en la final de mañana ante el Al Hilal árabe. Como representante del fútbol europeo, campeón de la Champions League, por su trayectoria y su potencial está obligado a ganar su quinto Mundial de Clubes. Todo lo que no sea eso será un fracaso como lo fue perder la Supercopa de España no por la derrota en sí, pero sí por la mala imagen que dejaron en la final contra el Barcelona.  Ahora se le presenta la oportunidad de resarcirse en Rabat y sumar su segundo título de los tres que ha disputado.

El equipo blanco hizo una primera parte de temporada arrolladora. Los 16 primeros partidos fueron continuidad del buen final de la temporada pasada en la que ganó la Liga y la Champions. De esos 16 encuentros en el arranque del curso, ganó 14 y empató dos que trasladado a puntos fueron 42 sobre 46, el 91,3%. Pero el bajón llegó en los 16 siguientes, en los que se vino abajo con cinco derrotas y tres empates (incluida la semifinal de la Supercopa ante el Valencia, que se llevó en la tanda de penaltis). Una racha negativa en la que se dejó 21 de los 46 puntos disputados, 17 menos que en el arranque de la temporada, cayendo a la mitad su porcentaje de victorias, 45,65%.

COLAPSO FUTBOLÍSTICO

Las dudas se han instalado en el equipo madridista por su fútbol previsible y ramplón en el que ha tenido problemas defensivos y ofensivos.  Ha encajado 19 goles en 16 partidos, siete más que en el primer periodo del curso y su productividad ofensiva también ha caído marcando 14 goles menos, 28 sobre los 42 que hizo en los primeros 16 partidos. El bajón se achaca al calendario, al Mundial, a la acumulación de partidos, pero sabían lo que se avecinaba si aspiraban a seguir vivos en todas las competiciones.

Ancelotti, como entrenador, es el principal responsable de ese bajón futbolístico que reflejan las estadísticas. Los rivales conocen cómo anular su potencial después de año y medio de estudiar el sello de juego con el que el italiano ha dotado a su equipo. A esto se suma la difícil tarea de mantener el vigor físico de una plantilla corta por utilizar pocos jugadores y abusando del físico de parte de su bloque principal. El resultado es el colapso de su fútbol, falto de ritmo, estático y lento, sin movimientos y el balón al pie para evitar la ruptura entre líneas por esa factura física. Factores que facilitan la tarea destructiva de sus rivales, que les marcan más goles y encajan menos.