Ancelotti golea a Zidane

El Real Madrid lleva 13 goles más en la Liga que el año pasado con el francés y sólo ha encajado uno más

El italiano ha devuelto el juego ofensivo al equipo blanco para divertir y divertirse, con una media de cinco tantos en sus partidos

Ancelotti confirma rotaciones, pero no con Vinicius

Ancelotti confirma rotaciones, pero no con Vinicius / EFE

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

El Real Madrid divierte y se divierte. Sale al campo a por las porterías y no especula con el balón. Su juego directo y ofensivo hacen que los seguidores madridistas hayan visto en los siete partidos que ha jugado su equipo 30 goles, lo que supone una media de cinco por partido. El culpable de ese cambio radical es Carlo Ancelotti, que ha liberado de ataduras a sus jugadores en ataque y les invita a que lleguen al área. El italiano ha devuelto al equipo blanco el juego ofensivo, estilo que ha caracterizado al Real Madrid como su signo de identidad de siempre.

Zidane heredó el Madrid campeón de Europa de Ancelotti después del fugaz paso de Rafa Benítez. El francés hizo un trabajo cum laude ganando 9 títulos en tres temporadas con tres Champions consecutivas. Se fue y volvió ocho meses después para sustituir a Lopetegui y Solari y salvó el primer curso ganando la Liga con los rescoldos de aquel equipo campeón que dirigió. Pero en la temporada siguiente, la pasada, se estancó con un estilo reservón. Un tiki-taka depresivo que se aleja de la filosofía del juego madridista para cerrar el curso sin ganar ningún título por primera vez desde que se hizo cargo del equipo en 2016.

LA ILUSIÓN DE LOS SECUNDARIOS

Ahora ha sido Ancelotti el que ha recogido esa herencia repleta de depresión para cambiar la dinámica del juego, liberar a los futbolistas de ataduras tácticas y enviarlos a un ataque sin cuartel. Parte importante de su éxito momentáneo es intentar colocar a cada futbolista en su sitio original, donde más lucen sus condiciones y donde se encuentran más a gusto para desplegar su mejor fútbol. A eso suma que no se casa con nadie, que juegan los que están en mejor forma o en racha y que ha empezado a hacer rotaciones para no cargar a los jugadores más experimentados ante una temporada que va a ser larga y exigente.

El resultado del cambio está en las estadísticas. Han marca 22 goles en 7 partidos, 12 más que con Zidane la temporada pasada (10). En la Liga suma 21 en 6 partidos, 13 más que con el francés. Y ha encajado uno más 9 por los 8 del año pasado, aunque en la Liga son 3 más: 8 por los 5 con Zidane. El dato añadido es que Ancelotti ha devuelto la ilusión a los secundarios, a los que quiere tener enchufados. Zidane fue estático en las rotaciones y sólo acudía a ellas por lesión o sanción confiando siempre en su núcleo duro. Eso impregnó de laconismo a los suplentes que, salvo raras excepciones, no rindieron lo que se esperaba de ellos.