Ancelotti dejó en el banquillo a los fichajes

Ancelotti lo dejó claro con su primera alineación de la temporada: los fichajes parten, de entrada, como suplentes. Rudiger y Tchouameni salieron en el minuto 84 porque el técnico apostó por los mismos 11 jugadores que fueron titulares ante el Liverpool en la final de la Champions.

El mensaje con Odriozola, uno de los cedidos que volvía al conjunto blanco, aún fue más contundente: ni entró en la convocatoria. Rudiger y Tchouameni lo tendrán muy difícil para desbancar a dos futbolistas como Casemiro o Militao. Los dos volvieron a demostrar ante el Eintracht que son dos jugadores claves en el sistema de Ancelotti.

De entrada, parecería que Rudiger tendría más opciones de tener minutos por su polivalencia (puede jugar en los dos perfiles del centro de la defensa y como lateral). Pero Ancelotti puso al francés como interior para cerrar cualquier debate sobre la compatibilidad con Casemiro.

Rudiger, por su parte, ocupó el lateral derecho, otra posibilidad más (ante el Barça ocupó el lateral izquierdo). El Madrid confirmó los pronósticos y cumplió con su papel de favorito. Lo logró a su manera: con el pragmatismo habitual. Siendo rotundo en las áreas.

Con los goles de Alaba y Benzema y de nuevo con la intervención puntual de Courtois, un portero que marca diferencias en situaciones de máxima exigencia en Europa. Ganó el Madrid la Supercopa ante el Eintracht de Frankfurt, estrenando así su temporada 22/23 con otro título.