Adiós al 'noventayRamos'

Albert Gracia

El Real Madrid está sumergido en una grave crisis que le ha dejado a 8 puntos del líder cuando tan solo se han disputado 10 jornadas de Liga. Este Madrid se parece muy poco a aquel Madrid que se sobreponía a los resultados en contra y sacaba los partidos en los últimos minutos, jadeado por una afición que impulsaba al equipo hasta tumbar al rival en los últimos instantes del partido, en los ya conocidos 90 y Ramos. La épica ha dejado a un lado al cuadro de Zidane, que ve como sus jugadores echan los brazos abajo y no crean excesivo peligro cuando el rival empieza a recular y a encerrarse atrás. 

El espíritu de Juanito, la flor de Zidane, la épica blanca. Lo cierto es que todas esas características que definían al Real Madrid no aparecen en este inicio de campeonato. Ramos ya no llega para salvar los partidos, ya no está Morata para salir y darle la vuelta al marcador y la segunda línea no decide como lo hacía el año pasado partiendo desde el banquillo 

Además, en partidos como frente al Girona, se pudo apreciar un equipo que no creyó en poder sacar algo positivo de Montilivi. Tan solo lo intentó Lucas, muy errático, e Isco, que volvió a ser el mejor del partido. El Madrid ha dejado de dar miedo en los últimos minutos, cuando solía producirse la avalancha final de fútbol ofensivo y el gol acababa llegando por aplastamiento.

No obstante, esa falta de 'punch' final no solo le ha impedido ganar partidos que otros años sí ganaba, sino que además le ha hecho perder puntos. Frente al Betis, el cuadro bético dominó los últimos instantes del encuentro, tocando la pelota, mareando a todo un Real Madrid y ganando el partido en el 94 con un gol de Sanabria.

Ese fue un claro reflejo de lo que está siendo el Madrid en los últimos minutos del partido, un equipo que busca ganar sin tener claro cómo hacerlo y sin llevar ese gen blanco que acabe venciendo al rival. Los 90 y Ramos todavía no han llegado al Santiago Bernabéu este año y la épica blanca empieza a caer en el olvido.