Messi, siete años de tortura en la Champions

El futbolista argentino vivió en el Santiago Bernabéu una nueva decepción europea, la primera desde que se fue del Barça

La "Copa tan linda y deseada" sigue resistiéndosele: Leo no gana la máxima competición continental desde la temporada 2014/15

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 1 PSG de la vuelta de los octavos de final de la Champions League

Resumen, goles y highlights del Real Madrid 3 - 1 PSG de la vuelta de los octavos de final de la Champions / Telefónica

Jordi Carné

Jordi Carné

Leo Messi se fue a París desilusionado por la renovación frustrada con el Barça, el club de 'su' vida. Él no quería abandonar su casa, pero se vio obligado a hacerlo tras la imposibilidad de continuar en el Camp Nou por culpa de la grave crisis económica de la entidad culé. Como mínimo, aterrizó en uno de los mejores equipos del continente, el PSG, con el objetivo de recuperar la sonrisa y tener la oportunidad, varios años después, de volver a levantar la Champions League, esa "Copa tan linda y deseada" que se le resistía desde la temporada 2014/15.

Los últimos siete años han sido muy complicados para el rosarino en la máxima competición europea. Todo empezó el curso posterior al triplete del Barça de Luis Enrique. El conjunto blaugrana no pudo consolidarse en el trono: cayó en los cuartos de final contra el Atlético de Madrid que acabaría perdiendo la final ante el Real Madrid, decidida desde los once metros. Los culés fueron muy superiores en la ida, disputada en el Camp Nou, pero lograron una ventaja mínima (2-1). En el Vicente Calderón, un doblete de Griezmann apeó a los barcelonistas del torneo (2-0).

Después llegaron tres años consecutivos de decepciones muy importantes para Messi. En la temporada 2016/17, la histórica remontada ante el PSG (6-1) –en la que Neymar fue el gran protagonista– maquilló un encuentro de ida en el Parque de los Príncipes (4-0) que ya insinuó graves carencias deportivas en el Barça. La Juventus, en los cuartos de final, no dio ninguna opción a los catalanes (3-0 en Italia y 0-0 en el Camp Nou). Los desastres de Roma (3-0) y Anfield (4-0) dieron continuidad las dos siguientes campañas a la tortura azulgrana y, por extensión, del futbolista argentino, que intentó rebelarse sin éxito contra un final inevitable. Especialmente bueno fue su partido ante el Liverpool.

El calvario todavía podía ser peor

Las fotos de frustración de Messi alcanzaron su doloroso punto álgido en Lisboa, con ese 2-8 que el barcelonismo nunca podrá borrar, por mucho que quiera, de su memoria. La diferencia entre el Bayern de Múnich y el Barça fue tan abismal que los culés firmaron una de las derrotas más vergonzantes de toda su historia. La pasada temporada, la 2020/21, fue su actual equipo, el PSG, el que pasó completamente por encima de los blaugrana. La eliminatoria fue sentenciada en la ida, jugada en la Ciudad Condal (1-4). La vuelta, en la que Messi marcó un auténtico golazo pero falló un penalti, fue intrascendente (1-1).

La derrota del PSG en el Santiago Bernabéu fue el punto final de siete cursos de suplicio para Leo. En su primer año en París, el gran proyecto de Nasser Al-Khelaïfi no pudo ni colarse entre los ocho mejores equipos de Europa. El argentino, además, estuvo muy lejos de su mejor versión en los 180 minutos del cruce. Aunque en momentos puntuales ejerció de director de orquestra y filtró buenos pases, no es menos cierto que no fue el futbolista diferencial que se le pide al vigente campeón del Balón de Oro, que en la ida volvió a errar un disparo desde los once metros.