Premio al Valor Deportista Femenino: Lydia Valentín

Lydia Valentín, premio Valor a Deportista Femenino de SPORT

Lydia Valentín, premio Valor a Deportista Femenino de SPORT / SPORT.es

Àngels Fàbregues

Àngels Fàbregues

Lydia Valentín (Ponferrada, 10-2-1985) es un valor seguro para  el deporte español. Ya no por su talento y sus éxitos deportivos, que también, sino por lo que ha tenido que demostrar en un deporte que, desafortunadamente, se ha visto marcado por la ‘invasión’ de muchos tramposos.

Lydia ha tenido que luchar contra ellos y denunciar a quienes querían el éxito por caminos ilegales sin basarse en los valores en los que ella ha asentado su carrera deportiva. 

Esfuerzo, constancia, sacrificio, superación, deportividad, respeto, disciplina... todas y cada una de las medallas que se ha colgado a lo largo de su carrera Lydia Valentín tienen grandes dosis de todos estos valores acompañados por un sentimiento de responsabilidad y, sobre todo, por su pasión por la halterofilia.

apuesta por la honestidad

Valentín ha demostrado una increíble capacidad de esfuerzo lo que la ha convertido en un verdadero espejo donde reflejarse las nuevas generaciones y para los que creen que no hay atajos para llegar a lo más alto. Ella cree en la honestidad, apuesta por ella y basa su preparación un un constante trabajo para conseguir sus objetivos deportivos.

La halterófila de Ponferrada, de 33 años, ha demostrado una gran nobleza a la hora de encajar las trampas de los otros.

Si echamos un ojo a su palmarés vemos que lo contemplan una medalla de plata olímpica en Pekín 2008, una medalla de oro olímpica en Londres 2012 y una medalla de bronce olímpica en Río 2016. Pero Lydia solo se subió al podio en una ocasión.

Deportistas que se doparon para superarla le robaron el placer de lucir ante todo el mundo su medalla dorada en Londres y su medalla plateada en Pekín. Ni himnos, ni aplausos, ni la emoción de vivir un momento tan especial en la carrera de un deportista cuando consigue el objetivo soñado, nada de ello pudo sentir Lydia en los Juegos.

Pensaba que el podio se le había escapado con su quinta plaza en Pekin 2008 y la cuarta de Londres 2012. Pero estaba viviendo una mentira que, por suerte, acabó por destaparse.

Ya tiene en casa la plata de China, aunque se la entregaron en un modesto acto casi diez años después. Lydia se limitó a dar las gracias a todos aquellos que la han acompañado en su carrera como los entrenadores, los compañeros y sobre todo su familia “ellos son la mejor medalla que jamás conseguiré”, dijo en aquel momento. Aún está esperando poderse colgarse físicamente el oro, medalla que aún no ha recibido y que se ganó con su gran clase en los Juegos Olímpicos de 2012.

embajadora del deporte limpio

Vivir por dos veces tan desagradable circunstancia la ha convertido en la embajadora del deporte limpio en la halterofilia y es considerada en el mundo del deporte como la voz de los que quedan perjudicados cuando se pilla a los tramposos. 

Esta deportista, que trabaja como pocos en el CAR de Madrid,  ha sabido soportar con dignidad y un tesón inigualable la incomodidad suprema de tener que recoger tantos grandes premios a destiempo y sin la ceremonia que los honra. 

Además, ha demostrado un saber estar increíble y ha aguantado siempre con elegancia y una extraordinaria sonrisa todos estos malos momentos por los que ha tenido que pasar por culpa de las trampas de sus rivales.

palmarés admirable

No solo estas medallas olímpicas tardías contemplan su repleto palmarés. Lydia Valentín lleva viente años en la elite de la halterofilia y con el paso de los años ha ido a más. Tiene en su haber tres medallas mundiales, oros en 2017 y 2018 y bronce en 2013, mientras que son nada menos que 10 las medallas que ha conseguido en Europeos. Concretamente cuatro de oro (2014, 2015, 2017 y 2018), tres de plata (2008, 2012 y 2013) y tres bronces (2007, 2009 y 2011).

Por todos estos éxitos, pero sobre todo por haber sido un claro ejemplo de honestidad, Lydia Valentín es la mejor candidata a un galardón con el que SPORT ha querido hacer justicia con una deportista ejemplar. Así, el Premio Valores a la deportista femenina es más que merecido para un referente del deporte español que además ha puesto en el escaparate la haletrofilia, su pasión.